Sorprendidos quedaron los ciudadanos de Arica tras el hallazgo y captura de un pez remo en las costas de la ciudad. Este espécimen en la cultura japonesa es símbolo de malos presagios, como terremotos e inundaciones.

El hecho ocurrió la mañana de este lunes y fueron algunos usuarios en Twitter quienes compartieron las imágenes del increíble hallazgo. Allí se puede ver como sacan del agua a un pez de más de 5 metros de largo.

El pez remo, o pez sable, es conocido en japonés como Ryugu no tsukai, que en español significa “Mensajero del Palacio del Dios del Mar”. En el país asiático se cree que, si una gran cantidad de peces remo nadan hacia las costas podría ocurrir un terremoto y tsunami.

Además, la leyenda también dice que quien lo encuentra quedaría marcado por una maldición. Esta creencia proviene de la historia de Namazi, una serpiente marina que vivía en lagos de Japón y que, al salir de su guarida, provocaba terremotos debido a su tamaño y peso.

Y es que esta especie puede medir hasta los 17 metros de longitud y pesar más de 200 kilos, aunque el de Arica solo llegó a los 5 metros y 80 centímetros. A la fecha, es considerado uno de los peces con estructura ósea más largos del mundo.

¿La leyenda del pez remo puede ser real?

Han sido varios los casos en los que, después de algunos días de encontrar a este pez si hubo eventos sismológicos y alertas de tsunami. Según informa el portal Página 12, en julio de 2020 encontraron uno en Alaska, donde a los pocos días se registró un terremoto de 7,8 grados.

Y en junio de ese mismo año en México, donde también se había encontrado un pez remo se produjo un terremoto de 7,5 grados 10 días después. Ambos eventos con alertas de tsunami posteriores, que no fueron fatales.

Algunos científicos especializados en ciencias marinas, estiman que “los peces de aguas profundas -como el pez remo- viven cerca del fondo del mar y son muy sensibles a los movimientos de fallas activas que los que se encuentran cerca de la superficie del mar”.

Esto último explicaría que estas especies emerjan de las profundidades cuando detectan movimientos extraños, que alteran sus comportamientos.