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Desde el primer momento en que se informó acerca de un nuevo virus que se estaba propagando por China, los creativos cibernautas se pusieron a trabajar de inmediato en bromas y memes.
A medida que el coronavirus comenzó a cobrar fuerza y a propagarse por el mundo, los chistes también fueron en aumento cobrando un tono un poco más oscuro y jugando con los límites.
Actualmente, sin importar lo dramático de la situación por la que pasa el planeta, las bromas no se han detenido, al contrario, es difícil entrar a un red social sin toparse con alguna de estas imágenes o reflexiones graciosas.
Sigmund Freud decía que “el humor es la manifestación más elevada de los mecanismos de adaptación del individuo”, por lo que no es raro que existan estas reacciones en momentos de crisis, pues es casi como una forma inconsciente de subsistencia.
“El ser humano no resiste tanto tiempo de tensión sostenida, por lo que el humor es un buen escape para disminuir la tensión y cambiar la perspectiva ante el estrés que provoca la incertidumbre y el aislamiento”, aseguró a BioBioChile Magdalena Covacevich, académica de la Escuela de Psicología de la Universidad Finis Terrae.
Según la profesional, los memes, chistes e ironías en relación a la situación que estamos viviendo aportan en el sentido de que descomprimen. “Es como quebrarle la mano por unos instantes a la tensión, es una salida momentánea de dicho estado”.
El humor, además, tiene un efecto cerebral y por ende físico. “Nos genera endorfinas, hormonas encargadas del placer que facilitan mantener fuerte nuestro sistema inmunitario y ayudan a reducir el cortisol en sangre, hormona resultante de tener un alto nivel de estrés y que predispone a padecer ansiedad”, aseguró al portal español ABC la psicóloga especialista en conflictos emocionales Sheila Estévez.
A su vez, la disminución de la ansiedad permite mantener controlada la melatonina, hormona que regula el ciclo de sueño, y con un sueño reparador, el cuerpo funciona como corresponde y evitamos enfermedades innecesarias.
Creativos y altruistas
Covacevich afirma que los creadores de estos contenidos de humor no sólo son personas creativas, sino que altruistas.
“Lo que tienen en común estas personas es la creatividad y obviamente el sentido del humor. Las motivaciones que los lleven a realizar estos chistes pueden ser tan diversas como el altruismo (querer ayudar al resto a descomprimirse), la impotencia, ante una situación que nos limita o que nos estresa, saltar a la fama o reírse de uno mismo”, sentenció.
De hecho, afirma que “nos reímos de la ironía y la caricaturización de nuestras propias desgracias. Nos vemos reflejados en situaciones que son absurdas, y además nos sentimos acompañados y comprendidos. El compartir estos chistes nos genera una sensación de compañía en la adversidad, y es por esto que se viralizan con gran rapidez”, explica la especialista de Finis Terrae.
¿Cuando parar?
Justamente la viralización de las bromas conlleva una responsabilidad. “Las bromas no son adecuadas cuando generan dolor en el otro, cuando me río del otro y no con el otro, cuando debido a mi propia postura ante determinada situación lo que busco, sirviéndome del humor, es manipular la visión de la realidad del resto”, aseguró la chilena.
Sin embargo, los expertos coinciden en que la gran mayoría conoce y cumple estos límites. “En toda broma hay parte de verdad, por eso nos hace reír, porque ridiculiza una realidad conocida y a la vez nos hace sentir fuertes frente aquello que tememos… El humor nos empodera momentáneamente y ello facilita que podamos sacar una crítica constructiva de la realidad“, complementó Estévez.
“En la situación actual (del Covid-19) se da un fenómeno especial en el que estamos todos implicados de la misma manera y los chistes que se realizan, por lo general, los abordamos todos por igual, lo que genera menos conflicto y mayor sensación de estar compartiendo un buen momento”, finalizó Covacevich.
Por lo mismo, te queremos ayudar a reír con algunos memes
