Chuck E. Cheese es una marca que muchos niños en el mundo conocen muy bien. Y es que la empresa se dedica a la entretención familiar y especialmente infantil, mezclando la comida con los juegos.
La compañía utiliza al ratón Charles para representarlos, sin embargo, su historia está lejos de ser adorable y juguetona.
Según el portal Buzzfeed, en 2012 la empresa publicó en su página web una copia digital de un libro infantil llamado The Story of Chuck E. Cheese (o La historia de Chuck E. Cheese), donde se narra desgarradora vida del ratón.
De acuerdo a la historia relatada en el libro, Chuck era un ratón huérfano que creció en un orfanato llamado St. Marinara. A pesar que jamás supo cuál era su fecha de nacimiento, él amaba celebrar el cumpleaños de otras personas y cantarles por su aniversario.
Cuando fue lo suficientemente mayor se fue a Nueva York, donde no tenía un lugar donde vivir. Solo y triste, optó por dormir en la entrada de una pizzeria.
“Chuck E. dormía sobre la cocina en una pizzería dirigida por un amable chef italiano llamado Pasqually. Chuck amaba el olor a pizza. Además, en el lugar había mucha música: Pasqually escuchaba y cantaba la radio. Era un gran lugar para vivir”, cuenta el libro.
Sin embargo, el chef se dio cuenta de la presencia del ratón y trató de echarlo… lo único que lo salvó fue su canto. El hombre pensó que Chuck tenía voz maravillosa y le dio trabajo para que cantara a los clientes del restaurante.
“Pasqually estaba tan sorprendido que dejó caer su uslero. ‘¿Un ratón que puede cantar? ¡Mi restaurante está salvado! ¡Voy a hacerte una estrella!"”, agrega el texto.
A pesar que tenía miedo a subirse al escenario, todo cambió cuando vio a un niño con un sombrero de cumpleaños, lo que lo impulsó a seguir adelante dejando a todos sorprendidos con su talento.
Rápidamente la pizzeria se convirtió en un lugar conocido, donde las familias acudían para que el ratón les cantara en su cumpleaños.
Con el paso del tiempo, Charles creó su propia franquicia y nunca dejó de cantar.
Hoy la cadena se encuentra en diferentes países del mundo, incluyendo a Chile, donde está punto de abrir su décima sucursal en Mall Open Kennedy.
Actualmente en las sucursales no se paga entrada y los niños pueden circular y jugar libremente, ya que ningún menor puede entrar ni salir sin que esté acompañado del adulto con quien ingresó al local, esto gracias a un sistema de seguridad conocido como “Kid Check”.