Fue en 1999 cuando se estrenó la película independiente El Proyecto de la Bruja de Blair, cinta que se convirtió en un verdadero éxito comercial.

El film, que tuvo un presupuesto de apenas 22.500 dólares (cerca de 15 millones de pesos chilenos), tuvo un gran impacto debido al terror que lograba traspasar a la audiencia.

La película muestra las grabaciones que realizaron tres jóvenes antes de desaparecer en el bosque llamado Black Hills -o “Colinas Negras”-, cerca de la localidad de Burkittsville, Maryland (Estados Unidos) en 1994.

Los jóvenes se encontraban grabando un documental sobre una antigua leyenda local conocida como “La Bruja de Blair”.

La producción no sólo recibió muy buenas críticas por parte de la audiencia, sino que además sorprendió por una innovadora campaña de marketing.

De hecho, a los tres protagonistas se les pidió que no ofrecieran entrevistas en los días previos al estreno, para generar una sensación de dramatismo.

Pero aunque la mayoría toma los sucesos que se ven en la historia como simples hechos de ficción, lo cierto es que sí existe una leyenda respecto a la bruja de Blair, la que -como te estarás imaginando- inspiró a los creadores de la película.

Todo se remonta al invierno de 1785, específicamente a febrero, cuando un inusual evento comenzó a generar pánico entre los habitantes del antiguo poblado de Blair, llamado actualmente Burkittsville.

Según dice la leyenda, una enigmática anciana llamada Elly Kedward -inmigrante irlandesa- fue acusada de atraer a los niños del lugar a su casa, para posteriormente extraerles sangre. De acuerdo a algunas versiones, la mujer hacía esto para rituales satánicos.

El portal Ancient Origins señala que los pequeños comenzaron a acusar estos hechos con sus padres, mostrándoles las heridas y marcas que les dejaban las heridas producidas por Elly. Fue así que los adultos se organizaron y acusaron a la mujer de brujería, expulsándola del pueblo.

Pero su salida de Blair no sería nada de tranquila ni civilizada. Y es que tras ser enfrentada por la comunidad, la supuesta bruja fue amarrada en una carretilla, y la internaron en lo más profundo del bosque de Black Hills.

No la mataron, ya que estaban seguros de que su suerte ya estaba echada: el frío del terrible invierno y la falta de comida harían lo suyo.

Ya con la supuesta eliminación de la anciana, el pueblo volvió a una aparente normalidad. No obstante, esto no duraría mucho.

En noviembre de 1786, la hija del magistrado que condenó a la anciana, desapareció repentinamente. Coincidencia o no, el hecho ocurrió el primer día de nevadas. Sólo unos días después, fue el magistrado el que desapareció.

Fue así como progresivamente comenzaron a registrarse casos de personas, principalmente niños, de los cuales se les perdía todo tipo de huella. Una vez que finalizó el invierno, cerca de la mitad de los menores había desaparecido, así como también quienes habían acusado a Elly por brujería.

Aunque era muy poco probable que la anciana hubiese sobrevivido un año antes, rápidamente las sospechas se dirigieron hacia la supuesta bruja. El caos desatado por las misteriosas desapariciones hizo que finalmente los habitantes optaran por abandonar el pueblo. En ese momento, los aterrorizados habitantes juraron no volver a pronunciar el nombre de Elly Kedward.

Debieron pasar cerca de 38 años para que, en 1824, se fundara el pueblo de Burkittsville en dónde antiguamente habían ocurrido los hechos de Blair. Un año más tarde, ocurriría algo que dejaría perplejos a muchos.

Ocurrió cuando varios lugareños aseguraron haber visto una mano sumamente pálida de mujer, asomándose por el río Tappy East. Esto motivó un rastreo por el torrente, operativo que no estuvo exento de desgracias.

Lo anterior debido a que cuando se buscaban pistas sobre esta mano, una niña de sólo 10 años desapareció en las aguas del río, desde donde no volvió a salir.

Posteriormente, en 1866, una nueva desaparición volvería a marcar la breve historia de Burkittsville. Esta vez, fue una niña de 8 años la que dejó de ser vista. Y aunque la muchacha terminaría regresando por sus propios medios a su hogar, un equipo que participaba en las labores de búsqueda sería reportado como desaparecido.

Es aquí en dónde la historia tomaría un giro macabro, ya que sus cuerpos serían encontrados en el bosque de Black Hills. Pero los cadáveres no sólo estaban atados entre sí en forma de pentágono, sino que además habían sido destripados.

Los extraños eventos ocurridos en Burkittsville no cesarían. Entre 1940 y 1941, se perdió la huella de siete niños del pueblo, lo que motivó un amplio operativo. El primer sospechoso resultó ser un ermitaño que vivía en los alrededores de la localidad, llamado Rustin Parr.

Tras revisar la vivienda del sujeto, la policía encontró los cadáveres enterrados en su patio. Al realizar exámenes en los restos, los expertos descubrieron que algunos habían sido destripados, al parecer, para un ritual.

Parr terminaría siendo condenado a la horca. Lo llamativo, es que antes de su ejecución, afirmó que había cometido estos crímenes porque así se lo pidió en su mente la voz de una anciana.

Seguramente ya te estarás imaginando quién pudo haber sido esa mujer.