Se puede decir que el último gran remezón que recibió la Familia Real Británica fue la muerte de Diana de Gales el 31 de agosto de 1997. Quien fuera denominada como la “Princesa del Pueblo” falleció en un accidente automovilístico en París (Francia), junto a la pareja que tenía en ese entonces Dodi al Fayed.
Tras el hecho, la realeza fue duramente criticada por la sociedad en Gran Bretaña. Muchos indicaron que tanto Isabel II como su hijo, y exmarido de Lady Di, Carlos, no lograron empatizar con el sentir del pueblo.
Sin embargo, una carta revelada hace unos años por la BBC probaría algo muy diferente al pensar de la población, ya que en éste se observa cuál fue el sentir de la monarca de Reino Unido por aquellos años.
En uno de los párrafos, la reina expresó cierto grado de admiración por Diana Spencer, al declarar que su muerte fue “una gran pérdida para el país”.
“Fue terriblemente triste, y ella es una gran pérdida para el país. Pero la reacción pública a su muerte, y el servicio en el Abbey, parece haber unido gente alrededor del mundo de una manera bastante inspiradora”, escribió la monarca.
Esta misiva fue enviada por Isabel a su amiga personal Lady Henriette Abel Smith, como respuesta a una carta de condolencias que había enviado la última tras el deceso de Diana.
En otro párrafo, Elizabeth expresó la admiración que sintió por la reacción de sus nietos, los pequeños William y Harry, a quienes catalogó de “valientes”.
“William y Harry han sido muy valientes y estoy muy orgullosa de ellos”, expresó la reina en la oportunidad.
En 1997, cinco días después de la muerte de Diana, y debido a la presión de la prensa junto con el pueblo británico, Isabel dio un discurso en vivo por televisión, en el cual expresó sus respetos a Lady Di, a quien declaró como “un ser humano excepcional”.
Cabe señalar que por protocolo , los miembros de la familia real no deben manifestar sus emociones en público, aunque sí están obligados a actos de connotación pública.