Una mujer se presentó en una sala de emergencias del centro hospitalario de la Universidad de Dijon en Francia, por una extraña molestia en sus piernas. Sentía debilidad y hormigueos; no podía andar a caballo, como lo hacía normalmente y por alguna razón perdía el balance de manera frecuente.
Los doctores Marine Jacquier y Lionel Piroth la atendieron y decidieron solicitar una imagen de resonancia magnética para poder descubrir la causa del problema.
Fue así como identificaron un extraño bulto en su espina dorsal, por lo cual decidieron intervenir quirúrgicamente. Sin embargo, no esperaban lo que encontraron cuando finalmente lo extirparon.
Según información consignada por CNN Chile, el extraño objeto resultó ser un parásito que se había alojado en la columna vertebral de la mujer. Específicamente un Echinococcus granulosus, conocido coloquialmente como una lombriz solitaria.
Éste es un parásito que se transmite de manera zoonótica, en otras palabras, a través del contacto con animales infectados, como vacas o caballos.
No se ha identificado el origen del parásito en este caso, se sabe que la mujer tenía contacto con caballos, pero no está claro que ese haya sido el foco.
Los médicos decidieron compartir el descubrimiento a través de la Revista de Medicina Científica de Nueva Inglaterra (New England Science Journal), para ayudar a otros profesionales en caso de encontrar una situación similar.
Luego de que el organismo fuera removido, la mujer debió ser tratada con albendazol, un medicamento anti-parásito. Al cabo de nueve meses, los síntomas habían desaparecido completamente, y no tenía secuelas del episodio.
Según la información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen muchos casos de personas infectadas que son asintomáticas, o sea, no presentan signos que indiquen que están enfermas.
Es por esto que la OMS recomienda tomar precauciones en caso de trabajar frecuentemente con animales de ganado, utilizando todas las medidas higiénicas posibles y revisiones frecuentes para evitar una infección.
Cabe mencionar que la población en países y áreas desarrolladas está en menor riesgo de ser infectada, mientras que lugares en vías de desarrollo todavía son vulnerables a los efectos de este parásito.