La gran cantidad de heridos y desfigurados que dejó la Primera Guerra Mundial, dio un impulso enorme a la cirugía plástica. Eran tanta la necesidad de ayudar a estas personas que se crearon centros especializados de reconstrucción de heridos en Europa y Estados Unidos.

Poco a poco los médicos se fueron especializando en esta tarea y desarrollando diversas técnicas para ayudar a mejorar la vida de los pacientes. La necesidad de estos médicos aumentó con la llegada de la Segunda Guerra Mundial y los millones de lesionados de dejó a su paso.

Han pasado 73 años desde el fin de la Guerra y hoy la cirugía plástica se ha convertido en una de las ramas más populares de la medicina, con avances que siguen sorprendiendo y maravillando al mundo.

Pero como en todo orden de cosas, mientras algunos alcanzan la grandeza, otros sorprenden con el uso arriesgado de una disciplina cuyo objetivo era mejorar la vida de las personas.

Gracias al ofrecimiento de intervenciones menores, y muchas veces innecesarias, son cientos las personas en el mundo que han desarrollado una adicción a las cirugías, la cual los ha llevado a arruinar completamente sus cuerpos.

A continuación conoce algunos de los casos más llamativos.

Rodrigo Alves, el “Ken Humano”

Rodrigo Alves, un joven brasileño asentado en Londres, ha invertido más de 265 mil dólares (más de 165 millones de pesos) para cumplir su sueño de convertirse en el muñeco Ken.

El hombre se ha sometido a más de 30 cirugías plásticas y procedimientos estéticos, entre las que destacan varias liposucciones, implantes en su abdomen y pantorrilla, además de tres rinoplastias.

Como si esto fuera poco se enderezó los dedos de los pies y se acortó las encías para lucir una sonrisa más amplía.
Sin embargo, el hombre es claro al decir que a pesar de todos los cambios que ha experimentado su cuerpo, sigue siendo el mismo de siempre.

“Esto no define al hombre que soy. Soy mucho más que silicona y cirugía cosmética, pero una vez que empiezas es difícil detenerse”, explicó al diario inglés Daily Mail. A lo cual agregó que, “soy exigente conmigo mismo y tengo miedo de envejecer – esa es la verdad”.

El sujeto que trabaja como asistente de vuelo y que ha recorrido varios países mostrando su nueva imagen, señala que solía tener sobrepeso, lo que provocó que fuera acosado y decidiera reinventarse. “Sólo quiero ser una mejor persona y de verdad soy feliz”, dijo.

Alves antes de las operaciones
Alves antes de las operaciones

Cassandra Cass, “Jessica Rabbit”

La transgénero estadounidense Cassandra Cass (38) ha gastado más de 140 millones de pesos en cirugías plásticas para lucir igual a Jessica Rabbits. Pero aún está lejos de terminar porque también quiere remover algunas de sus costillas para tener una cintura aún más pequeña.

Cass, quien vive en San Francisco, ha señalado que Rabbit ha sido desde siempre su personaje favorito y que está dispuesta a todo para lucir como ella. Por ello ya se ha operado los labios, mejillas, pechos, caderas, trasero e incluso a una feminización facial, aunque su mayor problema ha sido la nariz.

Hace algunos años se sometió a un procedimiento para hacer su nariz más pequeña, lo que con el tiempo le ha provocado problemas para respirar, pero se niega a agrandarla nuevamente.

Para seguir con su objetivo, Cassandra participó en Botched, un programa de la cadena E!, donde los médicos rechazaron quitarle más costillas debido al peligro que trae consigo la operación y le reiteraron la necesidad de arreglar su nariz. “Si me tengo que operar la nariz para hacerla más grande y respirar mejor, entonces no quiero eso. Esa no es Jessica Rabbit”, señaló.

Además de todas las cirugías estéticas, Cass también se sometió una terapia hormonal y un cambio de sexo para convertirse en mujer. “Crecer en una familia muy masculina, me hizo creer que yo era algo más y ahí fue cuando Jessica Rabbit apareció en mi vida”, señaló al diario inglés Daily Mail.

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Pixee Fox, la modelo de medidas imposibles

Pixee Fox tiene 25 años y su sueño es ser igual a un dibujo animado. La mujer se ha sometido a más de 15 operaciones y ha invertido casi 85 millones de pesos para alcanzar su objetivo.

Fox, quien trabajaba como electricista en Suecia, se trasladó a Estados Unidos para poder llevar a cabo su sueño, el cual requería que tuviera una cintura de 35 centímetros. Para lograrlo, se quitó seis costillas de su cuerpo.

“A menudo la gente se me acerca y me dice: ‘No lo tomes a mal, pero pareces un dibujo animado’”, explicó al diario inglés The Sun. “Pero para mí eso es un cumplido, es lo que quiero conseguir”, reconoció y aseguró que sus inspiraciones son Jessica Rabbit, la Bella Durmiente y Holli Would de Cool World.

“Esos personajes representan la idealización del cuerpo femenino. Quiero tener una cintura pequeña, un trasero lindo, grandes senos, grandes ojos y una cara muy bonita”, aclaró. “Quitarme las costillas fue sólo otro paso para alcanzar mi ideal”, dijo.

Sin embargo, conseguir que un doctor aceptara operarla no fue nada fácil. Durante meses buscó hasta que encontró a un profesional en Indianapolis que realizó el procedimiento que es irreversible, y que sólo se hace por razones médicas. “La única razón por la que soy capaz de hacer esto hoy, es porque los médicos comenzaron a tomarme seriamente. Ellos han visto que no estoy loca y que sé lo que estoy haciendo”, detalló.

Sólo dos días después de la operación, Pixee retomó su vida normal y comenzó a usar un corset 24/7. Pero las consecuencias de su decisión fueron alarmantes.

Sus órganos internos, incluyendo su hígado, perdieron parte de su protección natural, volviéndose más vulnerable. “Antes, si hubiese estado en un accidente de autos, me hubiese roto mis costillas. Si pasara ahora, probablemente me rompería el bazo, en su lugar. “Pero no estoy preocupada”, agregó.

Pixee Fox en 2009
Pixee Fox en 2009

Jennifer Pamplona, la doble de Kim Kardashian

Jennifer Pamplona tiene 24 años y durante años formó parte del selecto grupo de modelos de la casa de modas Versace. Hace un tiempo, sin embargo, hizo noticia por haber gastado 100 millones de pesos chilenos en cirugía plástica para lucir como la socialité Kim Kardashian.

La maniquí debió someterse a procedimientos como implantes de glúteos y senos, liposucciones y una rinoplastia, además de una operación para quitarse cuatro costillas.

Jennifer nació en Sao Paulo, Brasil y a los 17 años se realizó su primera operación de busto, desde entonces se obsesionó con el tema y con la idea de volverse más curvilínea.

“Me enamoré de la cirugía hace mucho tiempo, pero después de ver a Kim Kardashian quise lucir así y tener curvas como ella”, confesó al portal australiano News.

Igual que otros imitadores, durante su adolescencia la mujer fue víctima de bullying por ser demasiado delgada. “Ahora me dicen que tengo labios como los de Kylie Jenner y que me estoy acercando a tener un trasero como el de Kim Kardashian”, agregó.

Según ella comentó, la gente suele confundirla con Kardashian, lo que recibe como un cumplido. “Cuando la gente me ve en la calle, a menudo me piden fotos porque me reconocen y notan de inmediato mis curvas”, comentó. “Me hace feliz escuchar que me parezco a ella porque es muy hermosa“, agregó.

Actualmente está promocionando su propia línea de cosméticos, Jennifer Pamplona Cosmetics.

Jennifer antes de las operaciones | Daily Star
Jennifer antes de las operaciones | Daily Star

Bryan Ray, el doble de Britney

Bryan Ray, un hombre de 31 años que vive en Los Ángeles, Estados Unidos, ha gastado 51 millones de pesos chilenos en cirugías plásticas, con el único objetivo de parecerse en lo más posible a su ídola, Britney Spears.

En total el sujeto se ha realizado 90 procedimientos quirúrgicos para transformar por completo su rostro, entre los que se cuentan bótox, rellenos (“fillers” en inglés), inyecciones en los labios, depilación con láser y rinoplastía (esta última se la realizó a los 21 años).

Según relata Bryan a la revista estadounidense de entretenimiento Inside Edition, su fanatismo por la cantante comenzó cuando él tenía 17 años y Britney estaba en la cúspide de su carrera.

“Era la estrella más famosa del mundo y me sentí muy atraído hacia ella. También era la época en que ella estaba explorando su sexualidad y estaba recibiendo críticas por ello, pero seguía haciéndolo, y realmente la admiré por ello”, confiesa.

Donatella Versace

Es una de las diseñadoras más prestigiosas en el mundo, sus creaciones se han hecho presentes en las pasarelas más importantes de la moda, pero el cambio en su propio cuerpo es lo que más ha llamado la atención en el último tiempo.

El diario inglés Daily Mail, hizo una recopilación con varias fotos de la “gurú” de la moda, donde queda en evidencia los efectos que ha tenido en su rostro el exceso de cirugías plásticas.

En las primeras imágenes que datan de 1993, se puede ver a la mujer con 37 años con sus labios naturales y una piel tersa, como una persona normal. Sin embargo, con el correr de los años y varios hechos trágicos de su vida -la muerte de su hermano Gianni, el divorcio con su marido y serios problemas con la cocaína- convirtieron a la diseñadora en una adicta a las transformaciones en su rostro, siendo el bótox uno de los más evidentes.

Donatella Versace | Daily Mail
Donatella Versace | Daily Mail

Jocelyn Wildenstein, la mujer gato

Conocida como la “mujer gato”, Jocelyn Wildenstein es una socialité de Nueva York que ha invertido más de cuatro millones de dólares en cirugías cosméticas y tratamientos estéticos.

Casada con el multimillonario francés Alec N. Wildenstein, Wildenstein intentaba lograr cierto parecido con un gato para agradar a su marido, quien era un amante de estos animales.

A pesar de sus operaciones, su matrimonio terminó en 1999, sin embargo, consiguió una cuantiosa pensión alimenticia que le permitió seguir sus altos estándares de vida.

A pesar de su aspecto, ella asegura que es feliz y en julio del año pasado se comprometió con su novio, el diseñador, Lloyd Klein, quien le propuso matrimonio con un anillo de 32 quilates.

Daily Mail
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