La historia comienza así: un joven de Murcia (España), empapeló su ciudad con una carta en la que expone su deseo de buscar a una mujer que vio en un tranvía, aduciendo que se había “enamorado” de ella. El texto, pegado en postes y vitrinas, se hizo viral en instantes. Algunos hablaron de “tierna historia” y otros incluso se atrevieron a definir al joven como un “romántico”.
“La noche, sobre las 22:00h, subiste al último vagón del tranvía en la parada de la Plaza Circular”, escribió Sergio Moreno, nombre del pasajero que quedó embobado ante la belleza de la “chica del tranvía”. En el texto describe su vestimenta, con el fin de encontrarla y concretar algún encuentro. Incluso se toma ciertas licencias que, en concreto, son especulaciones.
“Me gustaría haber reunido el valor para sacarte el infierno por el que estabas pasando y alegrarte la noche. Ojalá te hubiera tendido la mano”, escribe en la carta, con aparente conocimiento de la susodicha.
Un chico ha empapelado toda Murcia en busca de una chica… ¡Viva el amor! pic.twitter.com/wpLFmCXBtB
— ᴵᴹᴬᴳᴵᴻᴲ (@Terremoto_Irene) April 25, 2017
El hecho desencadenó un debate en España, a raíz del límite entre “acoso” y “romanticismo”, entre “obsesión” e “interés”. Psicólogos y colectivos feministas han expuesto sus puntos sobre la mesa. Faltaba la opinión de alguno de los testigos de la historia. Y aquello ocurrió: una mujer se identificó como la ‘chica del tranvía’, y a través de una carta explicó sus motivos para no responder las miradas de Sergio.
La chica del tranvía ha hablado. Por favor, dad difusión para que se sepa lo que realmente esa chica sintió al ser acosada de tal manera pic.twitter.com/Zbc9LCMrkv
— laura 🌹 (@heartsrin) April 27, 2017
Según el portal de la cadena televisiva Antena 3, la fémina respondió con un texto en redes sociales, y por los detalles que entrega, su relato se condice con los hechos acontecidos.
“Yo soy la chica del tranvía”, se titula el texto. “Solo quería llegar a casa a dormir después de las fiestas. Estaba agotada. Sin embargo, no hay descanso para las mujeres, ni siquiera en el transporte público”, cuenta.
Para ella, lo vivido en el tranvía fue una clara situación de acoso. “No es la primera vez (que me miran en el tranvía), pero nunca te acostumbras (…) Prestas atención a tu alrededor, valoras el riesgo de la situación, esperas que no se te acerque y cuando llegas a casa escribes a tus amigas para que sepan que estás bien”, escribe.
“No dejabas de mirarme, y eso asusta. Así que cuando te miraba, te desafiaba”, apunta el texto. Según ella, todo el tiempo intentó demostrar hostilidad pata que el curioso dejase de mirarla. “¿Estás loco? Te ignoré. Te rechacé. ¿Qué esperabas?”, apunta.
“Si de verdad quieres sacarme una sonrisa, deja de buscarme. Déjame. No insistas más”, concluye el texto, que por estas horas se viraliza en redes sociales al mismo ritmo que la supuesta “carta de amor”.