Una increíble historia se registró durante el pasado viernes en Fort Smith, un pequeño poblado de Canadá.

Esto, luego de que Joanne Barnaby lograra salvarse del ataque de un feroz lobo que la estuvo acechando durante 12 horas gracias a un oso.

Según consignó el sitio canadiense de la CBC News, la mujer salió a recoger hongos junto a su amiga Tammy Caudron en un extenso bosque de la zona, en una caminata que no debía extenderse más allá de las dos horas.

En un momento ambas decidieron desplazarse en sentidos contrarios. Fue ahí cuando comenzaría la pesadillla para Joanne y su fiel perro Joey.

“Oí este aullido detrás mío. Ahí estaba este largo, alto y muy delgado lobo. Era negro. Sus patas estaban abiertas y se le estaba cayendo el pelo. No paraba de aullar, al mismo tiempo que mostraba sus colmillos”, comentó Joanne.

A pesar de que el perro trató de ahuyentarlo, sus intentos fueron en vano. Fue entonces cuando el lobo comenzó a acecharlos en dirección contraria a la carretera.

“Me llevó un tiempo darme cuenta que estaba siendo muy inteligente. Lo que quería hacer era separarme de Joey”, comentó la mujer.

“Creo que el lobo estaba débil. No se veía muy saludable. Me pareció algo viejo… no creo que haya sido capaz de atarnos a ambos”, agregó.

Lo que siguió a continuación fueron varias horas en las que la mujer y su perro debieron caminar sin rumbo para escapar del lobo, el que no dejaba de seguirlos.

No sólo el cansancio y la deshidratación la estaban agotando, sino que otro problema la comenzaba a desesperar: los mosquitos.

Joanne Barnaby después de reunirse con su amiga  Tammy Cauldron | cbc.ca
Joanne Barnaby después de reunirse con su amiga Tammy Cauldron | cbc.ca

Ya eran las 4:30 de la madrugada cuando de pronto Barnaby escuchó, a lo lejos, unos fuertes gruñidos: se trataba de un oso hembra que estaba buscando a su osezno.

“Ahí descubrí que tenía una chance para hacer que el oso atacara al lobo si es que la sentía como una amenaza”, narró.

“Así que tomé la decisión de arriesgarme”, aseveró, en un plan que evidentemente representaba un enorme peligro, ya que guiar al lobo en dirección al oso podía significar ser la víctima de ambos peligrosos animales.

“De pronto escuché un enorme choque detrás mío, era el oso que estaba atacando al lobo, o quizás al revés. No lo sé, pero estaban peleando y aproveché de escapar”, indicó.

Después de caminar por un par de horas más, llegó hasta un lago junto a su perro. “Comencé a rezar para que los mosquitos no me volvieran loca. Luego me puse a recordar a mis seres queridos, a quienes están aún con nosotros y en quienes ya nos han dejado”, narró.

Tras seguir la caminata, pudo ver a la distancia la carretera en la que habían varios vehículos policiales, los que estaban al tanto de la desaparición de Joanne luego del aviso dado por su amiga.

“Fue como ´ok, está todo bien. Está todo muy bien´”, comentó. Pasadas varias horas, por fin pudo tener algo de comida y agua. “Pero no tenían repelente para mosquitos para mi. No podía creerlo”, indicó con algo más de humor.

Además de algunos rasguños y picaduras de mosquitos, Joanne se encontraba en buen estado. Tras llegar finalmente a su casa, narró su increíble historia a través de Facebook.

Eso sí, no quiso dejar pasar la ocasión de cuestionarse el hecho de no haber salido con un arma. “No hagan lo que yo hice. No salgan sin su arma. Si hubiese tenido una, esta habría sido una historia bastante más corta”, comentó.