Lamentablemente el bullying no acaba con las vacaciones. A pesar del alivio que sienten muchos alumnos al terminar el año escolar, aquellos que son víctima de acoso en su escuela, continúan en ese papel durante los dos meses libres. Lo que es peor: muchos mantienen en silencio esta situación.
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En contexto de ayudar a los jóvenes, adolescentes y niños que sufren bullying, la autora Toni Birdsong, defensora de la seguridad de la familia en McAfee, explica 10 formas que ayudarán a los familiares y amigos de la víctima de bullying, a identificar su condición:
1. Parece ansioso o enojado si recibe un nuevo texto o alerta en su teléfono.
2. Tiene frecuentemente dolores de cabeza, náuseas, o enfermedades relacionadas con el estrés. Pide cada vez más quedarse en casa en vez de ir a la escuela o regresar temprano a casa.
3. Tiene dificultad para dormir y aumento de pesadillas.
4. Se vuelve reservado, temperamental, irritable o no quiere hablar de temas relacionados con la escuela, los amigos, u otros semejantes.
5. Elimina o desactiva redes sociales favoritas como Instagram o Facebook.
6. De repente pierde su grupo de amigos de siempre, y se niega a hablar sobre los detalles o culpar a alguien.
7. Bajan sus calificaciones o pierde el interés en sus pasatiempos favoritos, deportes o clubes y actividades escolares.
8. Utiliza referencias negativas, sin esperanza o suicidas y puede describir sentimientos como de estar solo.
9. Puede comenzar a actuar con sentimientos de impotencia y frustración al realizar bullying a hermanos o niños menores de los círculos sociales de la familia.
10. Tiende a “perder” cosas como dinero para comer, aparatos electrónicos u otras cosas caras que los agresores tienden a quitarle.
¿Qué hacer?
En caso que tu hijo, alumno, amigo o pariente presente más de tres de los puntos anteriores o te confiese que sufre acoso por parte de sus compañeros, Toni Birdsong recomienda tomar medidas para ayudarlo antes que sea demasiado tarde.
1. Alentarlo a hablar
Si el afectado no confiesa que está sufriendo bullying, es importante convencerlo que hable sobre lo que le sucede. “Muchos preadolescentes y adolescentes callan cuando son acosados, lo que genera más bullying y lo convierte en un foco de acoso”, explica la experta.
La doctora recomienda pedirle al afectado hablar sobre sus conversaciones en internet y las actividades que realiza con sus compañeros, para detectar algún problema.
2. Guardar pruebas
En caso de cyberacoso (que es el más común), es importante imprimir y copiar todos los mensajes que reciba el afectado. Tomar capturas de pantalla y guardar las conversaciones, son pruebas valiosas para tomar acciones posteriores.
3. Reportar el abuso
Este es el punto que más aterra al afectado: reportar, por miedo a recibir venganza por parte del acosador. No obstante, es necesario comunicar a la escuela y la policía sobre la situación para detener el bullying y recuperar la paz que perdió el afectado.