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En España, un ciudadano alemán residente en Quitenla do Leirado convivió durante tres años con un lobo ibérico creyendo que era un perro de raza lobo checo. La historia insólita se viralizó tras conocerse que la mascota era un lobo, confirmado por un análisis genético realizado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona). Tras la revelación, las autoridades exigieron la entrega del lobo y sus cachorros híbridos a una organización de protección animal, descartando su reintegración en su hábitat natural debido a su crianza doméstica.

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En un insólito caso que captó hace algunos años la atención en España, cuando un ciudadano alemán residente en la localidad de Quitenla do Leirado convivió durante tres años con su mascota, lo que él creía era un tierno perrito, pero terminó siendo un lobo.

Sin embargo, resultó ser un lobo ibérico. La sorprendente historia fue revelada por el medio ABC, y se volvió viral en las redes sociales.

Michel, el protagonista de esta historia, adoptó a lo que pensó era un perro de raza lobo checo. Los documentos del animal estaban en regla, incluyendo su chip identificador, lo que no levantó sospechas en un principio.

Sin embargo, con el tiempo, los vecinos comenzaron a notar comportamientos inusuales en la mascota.

Intrigados y preocupados, los residentes de Quitenla do Leirado contactaron al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) para que investigaran la verdadera identidad del animal. La solicitud fue recibida por Seprona en noviembre de 2019 pero no fue hasta el febrero de 2020 cuando pudieron llegar a la finca de Michel para tomar una muestra de ADN del supuesto “perrito”.

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La mascota del hombre era un lobo

El análisis genético confirmó los temores de los vecinos. Cuatro días después de la visita, el informe reveló que la mascota era en realidad un lobo ibérico, conocido científicamente como Canis lupus signatus.

“Se obtuvo el perfil genético de los restos biológicos analizados, y se confirmó que se trataba de un ejemplar de Canis lupus signatus (Lobo ibérico)”, indicó el informe de Seprona.

Ante esta revelación, las autoridades informaron a Michel que debía entregar al lobo a los servicios de protección animal para garantizar su bienestar. Se descartó la posibilidad de reintegrar al lobo en su hábitat natural debido a su crianza en un entorno doméstico.

Además, se descubrió que la hembra había tenido tres cachorros híbridos con otros perros. Estos cachorros también fueron entregados a la organización de protección animal para asegurar su cuidado adecuado.