Bobi, un mastín del Alentejo que según los Guinness World Records era el perro vivo más longevo del mundo, falleció este fin de semana en su casa en Portugal a los 31 años y 165 días de edad.
La organización Guinness confirmó este lunes la muerte del can. Bobi nació el 11 de mayo de 1992 en Conqueiros; mismo lugar donde murió. La entidad certificadora de récords citó el anuncio realizado por la veterinaria estadounidense Karen Becker, quien había atendido a Bobi en el pasado.
“Este dulce chico ganó sus alas“, escribió la médica veterinaria en su perfil en Facebook, donde aseguró que “aunque ha sobrepasado a todos los perros en la historia, sus 11.478 días en la tierra nunca serán suficientes para aquellos que le quisieron”.
Muere Bobi, el perro más longevo del mundo
Bobi fue reconocido el 2 de febrero de este año con el récord Guinness al perro más longevo del mundo hasta la fecha, un título que le dio fama mundial y que motivó a cientos de personas a visitarle en los últimos meses.
Su raza es habitualmente empleada para proteger al ganado de depredadores y conocida en Portugal como “rafeiro do Alentejo”. Su edad pudo ser confirmada al estar registrado desde 1992 en el servicio veterinario del municipio de Leiria y en el sistema nacional de control portugués SIAC.
Antes de Bobi, el récord del perro más viejo con vida lo tenía Spike, un chihuahua de 23 años, mientras que el récord del más longevo hasta la fecha lo ostentaba Bluey (1910-1939), un pastor australiano que vivió hasta los 29 años y 5 meses.