El animal puede representar una grave amenaza para la agricultura y cultivos, además de especies endémicas.

El pasado miércoles el Servicio Agrícola Ganadero levantó una alerta fitosanitaria debido a la detección de dos ejemplares de Lissachatina fulica, conocido como Caracol Gigante Africano.

En su reporte, el SAG detalló preliminarmente que se trata de una plaga que no se encuentra presente en Chile y que, junto con ocasionar importantes daños a la agricultura y al medio ambiente, podría portar nematodos que ponen en riesgo la salud de las personas.

Ante esto, “el llamado del SAG a la ciudadanía es a no comprar productos vegetales en el comercio ilegal y a denunciar al Servicio la eventual presencia de este caracol, que es considerado como una de las 100 especies exóticas invasoras más peligrosas del mundo”.

“El caracol gigante africano es omnívoro, con un apetito voraz, causando un gran desmedro en las plantas cultivadas. Se trata de una especie hermafrodita, que alcanza altas poblaciones, las que llegan a vivir hasta 10 años”, comentaron en un comunicado.

Caracol Gigante Africano y sus peligros

La Fundación Internacional Darwin entrega más datos respecto a este tema, asegurando que la alimentación de este molusco terrestre consta de más de 500 tipos de plantas.

“Los caracoles adultos, maduros generalmente se alimentan de materia orgánica en descomposición, incluyendo basura, frutas caídas y el estiércol animal. Los caracoles más jóvenes se alimentan de plantas vivas, especialmente de flores y verduras”, exponen.

“En su dieta constan más de 500 especies de plantas. Normalmente son clasificados como herbívoros sin embargo también han sido reportados depredando otros caracoles”, agregan.

En este sentido, el organismo mostró la misma preocupación respecto al animal, haciendo hincapié en su carácter voraz y los peligros que representa para la agricultura.

“Esta especie tiene efectos devastadores en la agricultura ya que se alimenta de plantas de importancia económica, incluyendo el banano, café, cítricos, cacao, tomate, té y tabaco. También es un vector de enfermedades de cultivos y de humanos, por ejemplo, es vector del gusano pulmonar de ratas que causa meningitis eosinofílica”, exponen.

“Hay cierta preocupación de que pueda competir con los moluscos nativos por alimento y de que sea un depredador de caracoles nativos. También hay pruebas de que los caracoles pueden sofocar los pichones”, añaden.

Asimismo, también explican como es su reproducción: “Los caracoles comienzan a poner huevos a los seis meses de edad. Los huevos solo pueden eclosionar en ambientes con temperaturas mayores a 15°C y pueden eclosionar dentro de un par de horas hasta 17 días después de ser colocados”.

“Los caracoles ponen hasta 100 huevos en su primer año, y hasta 500 en su segundo año; la fecundidad disminuye después del segundo año, pero los caracoles pueden vivir hasta cinco a nueve años pudiendo llegar a poner un total de hasta 1.000 huevos”, concluyen.