El Parvovirus es un virus, la mayor parte de las veces, mortal. La detección temprana y las vacunas al día pueden salvar la vida de tu mascota.
Hace unas semanas se viralizó el caso de una persona que vendió cachorros enfermos con parvovirus. Algunos de los ejemplares no sobrevivieron al virus y hasta el momento van seis denuncias por este hecho. ¿Pero qué es este mortal virus? ¿Cómo podemos prevenirlo?
En BioBioChile conversamos con Susana Salas, veterinaria de la compañía especializada en mascotas Gabrica, quien señaló que este es un virus altamente contagioso que afecta las microvellosidades intestinales, provocando una gastroenteritis hemorrágica grave.
Es una de las enfermedades infecciosas más letales del perro, provoca vómitos, diarrea (en general con sangre), fiebre y disminución de la capacidad para combatir infecciones. Suele ser particularmente grave en cachorros.
“Lo produce un virus muy resistente a los desinfectantes, que se elimina con la materia fecal de los perros enfermos. Este virus ´relativamente nuevo´ fue identificado por primera vez hacia fines de la década de los 70 y llegó a Chile en 1980″, afirma la experta.
“Inicialmente se infectaban perros de todas las edades, pero ahora que la enfermedad tiene muchos años circulando, por lo general, se infectan los perros jóvenes. Ataca a caninos cachorros desde el mes de vida hasta los 2,5 años. Se transmite por contacto directo o a través del contacto con heces infectadas”, agrega.
La forma en que se transmite es a través de vía oral, al tomar contacto con materiales contaminados con el virus. Los perros infectados eliminan millones de partículas virales en su materia fecal, contaminando el ambiente. Sumado a esto, el parvovirus es muy resistente y puede sobrevivir en el medioambiente por varios meses.
La médico veterinaria de Gabrica destaca que dentro de los síntomas más comunes que hay que tener en cuenta se encuentran: la inapetencia, la pérdida de peso, fiebre, vómitos, diarrea hemorrágica y leucopenia (disminución del número de glóbulos blancos).
“Los primeros signos de la enfermedad se observan entre 4 y 14 días luego del contacto con el virus. Esto provoca una rápida deshidratación y termina con la muerte de los perros que sean afectados gravemente. Particularmente, los cachorros entre las 6 y 8 semanas de edad suelen tener una mayor tasa de mortalidad que los perros adultos”, sostiene.
Este virus solo provoca la enfermedad en perros domésticos y salvajes, y otras especies emparentadas. No se transmite al hombre, pero tanto las personas como otros animales, pueden transportar la enfermedad a los perros. En el caso de los perros adultos, han adquirido inmunidad a través de la vacunación o por superar una infección transcurrida en las primeras etapas de su vida.
“Este virus es muy contagioso y resistente al medioambiente, por lo cual hace que aumente la probabilidad de contagios de manera indirecta, sobre todo a los animales que no se vacunaron”, explica la veterinaria.
Los lugares de mayor riesgo para los perros son: criaderos, exposiciones caninas, tiendas de mascotas, parques y plazas. Un perro que está confinado en una casa o departamento, y que rara vez tiene contacto con otros perros, está menos expuesto, pero no inmune. Este virus es fácilmente transportado de un punto a otro, a través del pelaje, zapatos, objetos contaminados, etc.
“En Chile, la incidencia de parvovirosis ha disminuido considerablemente debido a la alta tasa de vacunación como medida de prevención de esta enfermedad. Respecto a la tasa de mortalidad, es de un 91% en cachorros y un 10% en perros adultos”, señala la veterinaria.
Es importante destacar que los cachorros nacidos de madres vacunadas suelen tener anticuerpos que obtienen a partir de la leche materna en los primeros días de vida (calostro).
No obstante, debido a que es una enfermedad altamente letal y con bajas posibilidades de sobrevida, aún recibiendo tratamiento, la mejor forma de prevenir el parvovirus es la vacunación.
Para la médico veterinaria, “no existe un tratamiento curativo para esta enfermedad, sólo sintomático y parenteral, con fluidos como suero, coloides para revertir la deshidratación, antibióticos para prevenir infecciones bacterianas secundarias”.
Además, se ha detectado que las razas como el Pastor Alemán, Rottweiller, Dóberman y Labradores tendrían mayor susceptibilidad al Parvovirus.
Recomendaciones para evitar el parvovirus
– Evitar el contacto del perro con perros de la calle.
– Alejar a tu perro del contacto con fecas de otros canes desconocidos (especialmente en plazas y parques).
– Impedir el contacto con utensilios de otros perros, especialmente si no se encuentran con sus vacunas y desparasitaciones al día.
La detección temprana es sumamente importante ya que puede salvar la vida de la mascota.
“Este factor es importantísimo debido a que mientras más precoz es el diagnóstico, mejor es la sobrevida del paciente, debido a que el animal no está deteriorado en su sistema inmune y podemos ayudarlo a eliminar el virus con mayor facilidad”, destaca Salas.
“Igualmente, esto va a depender de la cepa del virus que ataque y el estado inmunológico del paciente”, remarca.
Cabe señalar que la revista TecnoVet de la Universidad de Chile explica que el hecho de vacunar a un perro no garantiza en un 100% que esté libre de enfermar; pueden existir perros que, aún vacunados, no generan la inmunidad esperada. Las principales razones de estas fallas son:
– Vacunar a un perro enfermo o incubando alguna enfermedad: Siempre, antes de vacunar a un perro, éste debe ser examinado por un médico veterinario que descartará la presentación de enfermedades que puedan interferir con la respuesta a la vacuna. Si se vacuna un cachorro que está enfermo o incubando una enfermedad, su sistema inmune estará sobre exigido tratando de contrarrestar la enfermedad y tratando de generar una respuesta inmune efectiva contra los virus de la vacuna.
– Inocular con vacunas inactivas (no refrigeradas): Las vacunas contienen virus vivos modificados que necesitan de bajas temperaturas (3º-6ºC) para mantenerse viables. Cuando las vacunas son adquiridas en farmacias y no se mantienen a estas temperaturas de refrigeración, los virus pierden viabilidad v esta vacuna no cumplirá ninguna función protectora.
– Revacunar con lapsos de tiempo inadecuados: Si las vacunas, especialmente durante el primer año de vida, son colocadas en forma muy espaciada, es decir, más de 40 días entre una dosis y otra; no se producirá el efecto de “refuerzo” entre ellas, efecto que es necesario para obtener en el perro una protección efectiva y duradera contra la enfermedad.
Para evitar la diseminación de la enfermedad, se deben desinfectar áreas y utensilios en contacto con pacientes enfermos o con fecas de pacientes enfermos o sospechosos de haber presentado Parvovirus. El desinfectante de elección es el hipoclorito de sodio (cloro) en una dilución de 1 parte de cloro y 30 partes de agua.