Si tu gato está actuando extraño, lo más seguro es que esté estresado. El estrés en los felinos se puede manifestar de muchas maneras, con cambios en el comportamiento, trastornos digestivos, agresividad y problemas de salud en general.
Para los catlovers sus mascotas se han transformado en un integrante más de la familia, por eso es que cada cambio en su comportamiento es una preocupación donde lo importante es actuar a tiempo. El estrés en los gatos es muy habitual y rápidamente podemos ver señales de que algo no anda bien.
¿Qué señales debo tener en cuenta?
La especialista y veterinaria de @somosGabricacl, Susana Salas, señaló a BioBioChile que “en general los gatos, por su especie, son más sensibles al estrés, generando diversos tipos de señales, como dejar de acicalarse, mostrando un pelaje desordenado y sucio; orinar fuera de la caja de arena; manifestar una agresividad excesiva; cambiar su rutina habitual; dejar de comer o disminuir su consumo; maullidos constantes; se pueden esconder o buscar refugios nuevos, entre otras”.
Otras señales son problemas de la piel, a la vejiga y gastrointestinales. También cuando vocalizan excesivamente con gruñidos o silbidos, presentan movimientos cautelosos, rechazan al contacto, o se asean obsesivamente. Incluso se sabe que algunos gatos llegan a lamerse tanto, que se provocan daños importantes en su piel debido al estrés.
Algunas causas que pueden provocar estrés en un gato
Los gatos son animales que se estresan con facilidad, la especialista de @somosGabricacl indica que, “genéticamente, los gatos son una especie de mamíferos que son más susceptibles al estrés debido a que son los únicos animales domésticos que mantienen una conducta de caza, por lo cual deben estar preparados y alerta para esta actividad, obviamente este cuadro va a ser diferente dependiendo de cada animal, de su historia desde que nace hasta que fue adoptado por una persona”.
Algunas de las causas que pueden originar este estrés son:
– Factor genético: algunos gatos de nacimiento son más propensos a tener niveles altos de estrés y tienen mayor probabilidad de presentar ansiedad. El carácter de un felino depende de la influencia ambiental y de sus genes heredados. En otras palabras, si un felino genéticamente es más tímido que otro, puede presentar niveles de estrés más altos que un gato sociable.
– Aprendizaje: los gatitos tienen un periodo de aprendizaje de socialización con sus pares y con los humanos que es alrededor de la segunda hasta la octava semana, donde aprenden cuáles son las situaciones normales. Cualquier estímulo negativo a esa edad, podría tener efectos en su carácter, entre ellos mayor predisposición al estrés y ansiedad.
– Entorno: situaciones negativas como una mala relación con el dueño, alteración de la rutina, ausencia del padre de mascota, llegada de un nuevo gatito, otro animal o persona, discusiones en su hogar, una casa con muchos gatos, mal acceso al agua y comida, todos los antecedentes anteriores son factores que predisponen a que un gato se estrese.
Además, la veterinaria agrega que, “en general no existe una edad en la cual es más común el estrés en gatos, siempre que se presente el factor desencadenante, el animal va a liberar el cortisol, que en concentraciones elevadas genera la sintomatología asociada a este proceso, pero verdaderamente las respuestas a los estímulos anteriormente mencionados son un mecanismo fisiológico de supervivencia, donde los animales están adaptados a responder con lucha o huida”, señaló la experta a BioBioChile.
Las consecuencias del estrés
Las consecuencias más frecuentes que puede provocar un cuadro prolongado de estrés son las enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes, problemas gastrointestinales como acidez, reflujo gastro-esofágico, vomito, diarrea, en vías urinarias como cistitis, formación de cristales, problemas de piel como dermatitis y pérdida de pelo, etc.
Cuando un felino está estresado, una de las áreas más afectadas con estos cuadros es su pelaje, porque cuando están con mucho estrés pueden ocurrir dos cosas: que se acicalen de manera excesiva y esto genere pérdida del pelaje, o que se acicalen menos frecuentemente o dejen de hacerlo, lo que provocará que el pelaje esté enredado, sin brillo, hirsuto. En ambos casos hay daños significativos en la piel y pelaje.
Pero, así como sufre la mascota, también lo hace el dueño. “Un gato estresado puede generar tales cambios de conducta que molesten en demasía al dueño, acciones como orinar o defecar fuera de la caja de arena, arañar muebles, hiperactividad durante la noche, agresividad con otros miembros de la familia u otros animales de la casa, etc. Todos estos comportamientos indeseados para los padres de mascotas también provocan preocupación, ansiedad y estrés por no saber cómo solucionar esta situación”, señala la especialista.
En cuanto a los plazos, la veterinaria estima que, “el estrés puede durar tanto como esté presente el estímulo que lo está generando, por lo tanto, hay que estar atentos al entorno para poder identificarlo y de esta manera eliminarlo a tiempo para que el efecto se revierta lo antes posible”.
Cómo prevenir el estrés
La médico veterinario Valentina Rojas Latsague de la Clínica Veterinaria Aneley de Temuco, @clinicaveterinariaaneley, señaló a BioBioChile que “es importante establecer rutinas bien establecidas con los gatos. Tener su espacio de juego, lugar de comida, arenero, y todo lo que utilice el gato, bien distribuido. Lo óptimo es que el plato no esté junto al arenero, ojalá en ambientes separados. También que disponga de lugar de juego para rascar, que tenga un lugar seguro, que sea ojalá en altura. En el caso de que haya más de un gato, es importante que cada uno tenga su propio plato, arenero y agua”.
La especialista indica que ojalá todos estos recursos (agua, comida, juego, arenero) estén en espacios separados. No es recomendable ocupar estos platos dobles donde se deja agua y comida. De todas formas, recalca que esta es una recomendación de lo ideal, “sabemos que no todos los tutores pueden hacerlo, muchas veces por espacio o presupuesto. Muchos gatos se pueden adaptar a tener todo en un mismo ambiente, pero sería importante considerar esto si observas a tu gato con conductas atípicas, algo de esto podría estarle molestando y quiere hacértelo saber” señala la veterinaria de @clinicaveterinariaaneley a BioBioChile.
También recalca que “Los momentos estresantes hay que tratar preverlos. Ocurre mucho con las visitas al veterinario, donde vas a usar el transportin. Las mascotas en general asociación el transportin al hecho de ir al veterinario y al verlo ya los estresa. En ese caso es recomendable que el transportin sea parte de su rutina, que él pueda jugar ahí o que esté cerca del lugar en el que come, para que lo asocie con un lugar seguro y así tener una visita al veterinario mucho más tranquila. A nosotros como profesionales nos ayuda, porque en el caso de que sea un lugar seguro para ellos podemos hacer la examinación dentro del mismo transportin”.
“Lo mismo si llega un nuevo miembro a la familia. Es importante que la presentación se haga de manera paulatina, ojalá traer primero un artículo o vestuario de este nuevo integrante, para que el gato reconozca su olor y que la presentación sea lentamente para no estresarlo”.
“Un gato estresado puede generar un problema para toda la familia, mucho más si esta situación se prolonga en el tiempo o cuesta sobrellevar los síntomas del estrés, porque el gato se ha puesto agresivo o tiene alteraciones en su comportamiento. Cuando estas situaciones nos sobrepasen, podemos acudir a un etólogo, que es un veterinario que se especializa en el comportamiento de los animales. Son muy efectivas estas terapias porque se trabaja con los tutores, la familia, el ambiente, las rutinas y, en algunos casos, puede ir acompañado de medicación” señala la experta a BioBioChile.
“También existen otras alternativas de manera más cotidiana, como las feromonas. Hay en distintas versiones como spray, collar o difusores de ambiente. Estas feromonas son imperceptibles para el ser humano y lo que hacen en los gatos es darle una señal que este no es un lugar de peligro. Las feromonas existen de diferentes tipos con distintos objetivos; como bajar la agresividad o disminuir la ansiedad. Lo bueno es que son muy comunes de encontrar en clínicas o mascoterías” relata Valentina Rojas a BioBioChile.