Acariciar gatos puede ser todo un desafío si no sabes cómo acercarte a un felino. La probabilidad de que deje que lo toques es casi tan alta como que arranque en el acto o peor aún, te lance un arañazo que te pille desprevenido.
Sin embargo, no es una tarea imposible, si sabes cómo hacerlo, porque siempre hay que tener en consideración qué está haciendo el gato y respetar sus espacios, tal como si alguien te fuera a hacer cariño a ti.
Para esto, puedes seguir ciertos tips que te permitirán poder aproximarte más a un gato ajeno o incluso, acercarte más al tuyo, descubriendo qué les gusta y qué es lo que muchos gatos no disfrutan.
Acariciar gatos ¿Cuándo hacerlo?
Los humanos casi no nos podemos resistir a lo bonito, pero cuando se trata de una mascota como un perro o un gato, cuyos rasgos son infantiles (ojos y frente grande, nariz pequeña y cara redondeada) la situación puede salirse de control.
Acariciar a cualquier mascota puede ser una de las sensaciones más agradables para las personas que realmente sienten conexión con los animales, pero cuando se trata de un gato, debes hacerlo con cuidado.
Quizás “atacar” no es la palabra precisa, sino que más bien acariciar. Porque al igual que la mayoría de las personas, los gatos sí tienen puntos débiles donde disfrutan del cariño.
De igual forma, hay zonas de su cuerpo que son casi prohibidas para quienes quieren acariciarlos, ya que los gatos se sienten incómodos con esta interacción.
Según comenta El Confidencial, para acariciar gatos siempre hay que tener en consideración algunos puntos importantes.
Si el gato se acerca a ti, es posible que quiera recibir cariño, sin embargo, si se aleja, caricias no estaría buscando.
Algo que también hay que considerar es la postura del gato. Si ronronea, mantiene la cola erguida y realiza un movimiento con sus patas delanteras, como si te estuviera amasando, es un gato que feliz recibirá tus mimos.
Sin embargo, la clave está en darle a elegir y controlar las interacciones que tiene con un humano.
Puntos débiles de los gatos
Probablemente, no sea el caso de Garfield, pero en ciertos contextos, un gato sería capaz de elegir recibir cariño antes que comida, consignó The Conversation.
Solo necesita un proceso de adaptación en el que aprenda a interactuar con humanos, lo que idealmente se da entre las primeras 2 a 7 semanas de vida.
Aunque no siempre van a reaccionar bien y pueden demostrar agresividad, acciones como entregar comida y un lugar para dormir son factores para que un gato sea tolerante a las caricias.
En ese sentido, al iniciar el contacto es importante considerar los puntos débiles de los gatos, esos donde siempre se dejarán acariciar.
Los mejores lugares son la base de las orejas, bajo la barbilla o cerca de las mejillas. Si el gato se relaja, ronronea, mueve su cola suavemente de lado a lado mientras la estira, significa que está disfrutando el momento, destaca Infobae.
Si el gato te empuja con cariño cuando detienes las caricias, es posible que lo disfrute tanto que te pida continuar.
Sin embargo, siempre debes considerar las zonas donde NO debes acariciar a gatos. Estos son la barriga, el lomo y la base de la cola.
Qué no hacer con un gato
Los tips que te entregamos previamente son perfectos para darle cariño a un gato que dejó que te acercaras.
Sin embargo, hay signos que revelan tensión o rechazo por parte del gato. Estos signos también debes considerarlos a la hora de acariciar gatos, ya que puedes estar invadiendo su espacio personal.
En ese sentido, The Conversation destaca una lista de signos que te deben poner en alerta y es cuando lo mejor es alejarte de él.
• Mueve o voltea la cabeza en dirección contraria a ti.
• Se muestra pasivo (no ronronea ni busca el contacto físico).
• Parpadea de forma exagerada, sacude la cabeza o el cuerpo o se lame la nariz.
• Se asea repentina y apresuradamente durante poco tiempo.
• Se le eriza el pelo o contrae la espalda.
• Mueve o agita la cola o golpea con ella.
• Aplana las orejas y las orienta hacia los lados o hacia atrás.
• Gira bruscamente la cabeza para encararse contigo o con su mano.
• Te muerde, o te aparta, o golpea tu mano con una pata.
El mismo medio recomienda siempre respetar los límites de los gatos, ya que su naturaleza salvaje, heredada de sus antepasados que eran utilizados únicamente para el control de plagas, puede surgir en cualquier momento.
Sin embargo, si sigues estos consejos es posible que le caigas mucho mejor y a futuro te deje acariciarlo.
Ahora, ¿te animas a acariciar gatos?