Jolie Mejía / Radio Dos / La Nación

"Me rompió el corazón": el perro solitario que espera a su humano sentado frente al mar

19 marzo 2022 | 10:26

Un perro sentado frente al mar, llama la atención de quienes asisten a la playa de Río Negro, en la provincia de Lima, Perú. Su historia es de enorme fidelidad. Espera a su humano, un pescador que tristemente no volverá.

Cuando se conoce la historia del perro que permanece sentado frente al mar, en costas peruanas, esta evoca canciones tan sentidas como la que Joan Manuel Serrat escribió sobre “Penélope”.

Vaguito, un can que a diario contempla el océano, durante largas horas, permanece a la espera del humano pescador con el que vivía.

Las personas que visitan la playa Río Negro, en la provincia de Lima, han conocido el porqué de su actitud contemplativa al horizonte.

El medio trasandino, La Nación, replicó el testimonio de una mujer, quien junto a su familia, estaba sentada en la arena y recibió la visita inesperada del animal, color miel, que se acercó al grupo. Había suspendió su vigía para hacer amigos.

A Jolie Mejía le llamó la atención que, a pesar de ser un perro solitario, estuviera bien cuidado. Tenía un collar en buen estado, no parecía desnutrido y no presentaba signos de maltrato.

Esperaron por largo rato, en compañía del anfitrión de cuatro patas, a que alguien les diera referencias.

Pronto, llegaría la explicación que dejaría a una familia conmovida, tanto como para compartir la historia de un animal cuya fidelidad es excepcional. En conclusión, la de un perro.

Echado o sentado frente al mar, un perro en Río Negro, Perú, muestra su máxima fidelidad esperando a su humano pescador.

Sentado frente al mar, siempre: “Me rompió el corazón”

Jolie Mejía seguía contemplando la playa, junto a sus seres queridos y al perro solitario.

La mujer aseguró que mientras estuvo a su lado, el animal disfrutaba de las caricias que le hacían, pero no despegaba la vista del océano. Parecía atraído mucho más de la cuenta. No se distraía ni con el afecto que le brindaban en el momento.

De pronto, una persona que caminaba cerca donde ellos estaban, respondió a las preguntas de Mejía.

“Un lugareño que pasaba por la playa nos explicó que prácticamente todos en la zona conocen al perro y le tienen mucho cariño. Nos dijo que el animal vivía con un pescador que falleció hace tiempo. Y que, desde entonces el perro viene todos los días hasta acá y mira al mar”.

La joven mujer quedó conmovida por la situación. Se revelaba el motivo por el que el perro permanecía sentado frente al mar, o echado, esperando a su humano pescador, quien no volverá.

Y es que el residente de Río Negro le dijo a los visitantes que todos creen que el hombre murió mar adentro, mientras trabajaba en la pesca. De ahí que su perro se mantenga vigilante, listo a celebrar su regreso, sin poder imaginar nada. “Me rompió el corazón”, aseguró Jolie Mejía, y no era para menos.

Vaguito (nombre que confirmó el lugareño), aunque viviendo un anhelo de retorno con quien solía ser su humano, está rodeado de otros que lo cuidan con una dedicación similar a la que él pone esperando al pescador.

Una mujer de la zona es quien lo asiste y alimenta. Cuando llega la hora de comer, vuelva a ella. Una vez suplida su necesidad, busca llenar su corazón esperando por largas horas un regreso que no ocurrirá, pero que lo mantiene atento al horizonte.

Vaguito no aparta su vista del horizonte, esperando a su humano pescador.

Una comunidad animalista

La comunidad de Río Negro hace su parte. Se ha mostrado, sin que lo esperaran, de las más animalistas en su clase. Un perro (aparentemente) solitario la puso en el radar, debido a su dedicación con este.

La publicación desde La Nación, derivó en otras, desde medios peruanos, como El Comercio, sobre este fiel animal y sus humanos comunitarios. Aunque otros sitios, también locales, ya habían escrito de su conmovedora espera y de lo que las personas han hecho por este.

A Jolie Mejía le agradecen su empatía y percepción sobre la situación de Vaguito.

No se conformó con mirar que éste estaba bien, con un collar en buen estado o el peso adecuado, sino que fue más allá al querer saber por qué el animal no despegaba su vista del inmenso océano, pese a estar disfrutando de otra compañía.

“El amor de un perro es fiel, único a su amo”, escribió la usuaria en Twitter @StellaMergen, al conocer la situación de Vaguito. Otros, dejaron ver la tristeza que les causó la historia, pese a que hay una comunidad detrás del animal, lista a recibirlo cuando este suspende, temporalmente, su infructuosa misión.

La trascendencia de este caso fue posible por una mujer que se quedó, por largo rato, a fotografiar los momentos más conmovedores de este perro que, sentado frente al mar o echado, se mantiene a la espera de su humano, quien desafortunadamente no volverá.

Vaguito espera a su humano, pero no sabe que no volverá.