Una tigresa blanca, especie en peligro de extinción, nació en el Zoológico Nacional de Nicaragua, convirtiéndose en un desafío para los cuidadores, luego de ser rechazada por la madre.

La gestación de una sola cría duró tres meses. “Nieve”, como la han llamado, nació hace siete días, con un peso de 954 gramos, y es hija de dos tigres de Bengala de pelaje amarillo y negro.

“Es la primera vez que nace en Nicaragua un tigre blanco, y es hija de dos tigres de bengala amarillos, pero la hembra lleva genes de su abuelo, que era blanco (…) no es que cualquier tigre que se cruce va a dar esa condición”, explicó a la AFP el director del Zoológico Nacional, Eduardo Sacasa.

La madre, de 272 kilogramos de peso, rescatada después de que fue abandonada por un circo en el interior del país rechazó a su cría.

“Vino en estado lamentable, pero después de cinco años de rehabilitación la puse en tratamiento y la pegó (el embarazo), pero rechaza a su hija”, detalló Sacasa, médico veterinario. Durante su estadía en el circo la tigresa tuvo dos abortos.

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Para el director “es un logro” tener un cachorro de tigre blanco y un premio a la dedicación y cuidado que le prodigan a los animales en ese centro, localizado en la ciudad de Masaya, a 20 km al sureste de Managua.

El zoológico ya cuenta con otros dos tigres blancos que llegaron como donación cuando tenían un año. Pero “Nieve” es la primera en nacer en el país.

Con catarro

“La cría no mamó el calostro (primera leche materna tras dar a luz), tenía problemas de respiración y un leve catarro por lo que esta con medicación”, explicó el especialista.

“Nieve” fue separada del regazo materno para evitar un daño y es alimentada con un biberón por Marina Argüello, esposa de Sacasa, quien contribuye a administrar el zoológico nacional. Tienen a su cuidado a 700 animales de distintas especies en un centro de rescate y otro de reproducción.

Marina la llama “Mi bolita de nieve” mientras la acaricia. Le da un biberón con leche especial y la coloca en su regazo para darle palmaditas en el lomo después de beber su alimento: como si fuera un bebé.

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“No ha perdido el apetito, cada tres horas se le da el tetero (…)si no, está pegando gritos”, dice. Se ayuda de una silla mecedora, en donde coloca a la cría. Pero “si para de mecer un poquito llora, si la leche se enfría igual”. Marina también se encarga del aseo de la jaula.

Con “Nieve”, son más de 20 cachorros de jaguar, monos y otras especies que Marina ha alimentado y por las que tiene cariño especial, desde 1997, cuando la pareja se hizo cargo de administrar el zoológico.

El tigre blanco es un ejemplar de tigre (Panthera tigris) pero con una condición genética que le cambia el color al pelaje. El tigre figura como una especie en peligro de extinción, en la lista roja de la Unión Internacional Para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que agrupa a organizaciones que protegen el mundo natural.

Actualmente zoológicos en Estados Unidos, Alemania, Francia, México, Nicaragua, entre otros países, tienen al tigre blanco, del que se estima hay unos 300 en el mundo y, según detalla Sacasa, solo en la India ha sido posible verlo en forma silvestre.