Desde 2017, Nancy Segula alimenta a todos los gatos que se acercan a su casa en Garfield Heights (Ohio, Estados Unidos). La muerte de su marido desencadenó una soledad que rápidamente logró ser suplida por la compañía de una decena de mininos que la han despertado cada mañana en busca de un bocado y amor.
“Tenía un vecino que vivía con un par de gatos y se mudó y los dejó. Siempre les daba de comer y los cuidaba. Me preocupé porque soy una amante de los gatos”, aseguró la anciana al canal Fox 8, en donde demuestra esta pasión no sólo ayudando a los felinos, sino que también con su casa totalmente decorada con artículos gatunos.
Sin embargo, esta tarea que luce tan noble, le ha traído aún más problemas a la anciana de 79 años por faltar a una norma de la comunidad. “Mis vecinos se molestaron por eso y llamaron a la guardia de animales”, señaló al medio.
En dicho estado está prohibido alimentar a los animales abandonados por las molestias que sus desechos y desórdenes pueden provocar (Ordenanza 505,23).
Ignorando lo anterior, Nancy ha pagado multas que incluso ascienden a los 2 mil dólares (cerca de 1 millón y medio de pesos chilenos), lo que se coronó esta semana, cuando fue sentenciada por el juez de la corte municipal del lugar, Jeffrey Short, a pasar 10 días en la cárcel tras haber recibido cuatro citas anteriores, según contó el diario The Washington Post.
“No puedo creer lo que le están haciendo a mi mamá. Le dieron 10 días en la cárcel del condado (Cuyahoga) y no lo puedo creer. La gente sabe qué tipo de cosas pasan dentro de esa cárcel… ¿y van a dejar que mi madre de 79 años vaya ahí?”, se cuestionó Dave Pawlowski, hijo de la mujer.
El día de sus sentencia, el juez Short, estaba reemplazando a la jueza Jennifer Weiler, quien le dijo al medio que le gustaría escuchar todos los lados del caso para decidir si la cárcel es la mejor opción. De ser así, la anciana deberá presentarse para ser encarcelada el próximo 11 de agosto.
Por mientras, Segula explicó que los mininos siguen regresando a su casa en búsqueda de comida. “Me siento mal, así que les seguiré dando algo de comer”, expresó.