Un grupo de paleontólogos descubrieron en la costa de Perú el fósil bien conservado de un ancestro anfibio y cuadrúpedo de las ballenas, un hallazgo que ayuda a completar los conocimientos sobre la transición de los mamíferos de tierra firme al mar.
El nuevo espécimen, descrito en un estudio publicado en la revista especializada Current Biology el jueves, tiene 42,6 millones de años y completa el cuadro de la evolución de los cetáceos.
El fósil estaba a un kilómetro de la costa del Pacífico en Playa Media Luna, 250 kilómetros al sur de Lima. Las mandíbulas estaban al ras del suelo del desierto y, al cavar, los investigadores encontraron la mandíbula inferior, dientes, vértebras, costillas, partes de las patas delanteras y traseras con dedos largos que, sin duda, eran palmeados.
Los ancestros de las ballenas y los delfines vivieron hace unos 50 millones de años en lo que hoy es la región de India y Pakistán.
Los paleontólogos también descubrieron fósiles parciales de 41,2 millones de años en América del Norte, lo que sugiere que en ese momento los cetáceos habían perdido la capacidad de levantar y caminar sobre la tierra.
Según la anatomía del ejemplar hallado, los investigadores creen que este cetáceo, de unos cuatro metros de longitud, podía caminar y nadar al mismo tiempo.
“Una parte de las vértebras de la cola mostró buenas similitudes con las de los mamíferos semiacuáticos actuales, como las nutrias”, explicó a la AFP el paleontólogo Olivier Lambert en el Real Instituto de Ciencias Naturales de Bélgica.
“Entonces tendríamos un animal que habría comenzado a usar cada vez más la cola para nadar, lo que lo diferencia de las formas más antiguas de India y Pakistán”, acotó.
Se habían descubierto ya fragmentos de ballenas cuadrúpedas en Egipto, en el Sáhara Occidental, Senegal, Togo y Nigeria, pero estos fósiles estaban tan fragmentados que no se pudo concluir si estos animales podían nadar.
“El espécimen es el más completo para una ballena cuadrúpeda a parte de las de India y Pakistán”, indicó Olivier Lambert.
Si la ballena peruana podía nadar como una nutria, los investigadores suponen que probablemente cruzó el Atlántico ayudada por las corrientes este-oeste de la época entre la costa oeste de África y América del Sur, continentes que entonces estaban el doble de cerca que actualmente, unos 1.300 km.
Esto descartaría la hipótesis de que las ballenas llegaron a América desde el norte a través de Groenlandia.
La cuenca del Pisco, en la costa sur del Perú, todavía contiene muchos fósiles, ya que las condiciones de conservación son excelentes. “Es un trabajo de al menos 50 años”, señala Olivier Lambert.