El delfín rosado, o delfín del Amazonas, es una especie que, a pesar de que se parece y comparte características con el común de los delfines, no son de las mismas familias. El delfín rosado pertenece a los Platanistoidea, mientras que los delfines comunes de mar forman parte de los Delphinidae.
Esta especie -el delfín rosado- en particular se distribuye por la cuenca del Amazonas, la cuenca alta del río Madeira en Bolivia y la cuenca del Orinoco, y son los delfines de río más grandes del mundo. Los machos adultos pueden llegar a pesar hasta 185 kg y pueden medir hasta 2,5 metros.
Sin embargo, según en un comunicado del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), esta especie que en su etapa adulta adopta un color tan llamativo y característico, entró a la lista de las especies en peligro de extinción luego de estar 10 largos años fuera de ella.
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), es segunda vez que esta especie entra a la lista, en la primera oportunidad se le clasificó como vulnerable (VU), pero antes de ser sacados de la lista por falta de información que lo sustentara, los expertos decidieron ingresarlos a la categoría En Peligro (EN), la segunda categoría más alarmante de la lista.
Fue gracias al trabajo realizado por las fundaciones Omacha, WFF y otras organizaciones regionales y globales que estos datos pudieron ser recolectados y analizados durante tres años, dando como resultado la decisión de incluir al delfín rosado dentro de la categoría en peligro de extinción, situando al mamífero rosado dentro de los delfines de río más amenazados del mundo.
Los estudios han identificado que la población de delfines en Brasil y Colombia está disminuyendo peligrosamente, lo cual podría provocar que en 50 años aproximadamente ya no exista la mitad de esta especie.
El especialista de agua dulce de WWF-Colombia, Saulo Usma, señaló en el comunicado que esta nueva categoría es una oportunidad para la conservación de delfines de río. Ademas, hace un llamado internacional para que todos los gobiernos de la región prioricen dentro de sus agendas la conservación de los delfines de río y creen mecanismos estratégicos para proteger el patrimonio natural que representan.
El problema por el cual se están extinguiendo, como suele ser, es la deforestación y el deterioro de su hábitat natural. El Amazonas está desapareciendo poco a poco, y con ella los cientos de especies que viven ahí.
El director de la fundación Omacha y uno de los lideres del proceso, Fernando Trujillo, explicó que “fueron aproximadamente seis años de discusiones con la UICN en las que no nos poníamos de acuerdo. Algunos expertos abogaban por la clasificación de Críticamente Amenazada (CR); otros estaban de acuerdo con que se catalogara en En Peligro, y algunos seguían creyendo que no había datos suficientes”.
“Luego, a mediados de este año, en Eslovenia, el dilema se resolvió por medio de un panel de expertos, en donde todos aceptamos incluir y categorizar a la especie de esta manera” finalizó.
La inclusión de la especie Inia geoffrensis dentro de la Lista Roja de la UICN no asegura su protección, pero es un paso importante hacia esquemas de conservación más fuertes y en conjunto con todos los gobiernos y distintas ONG ambientales.
Es por esto que el WWF y la Fundación Omacha, en colaboración con más de 50 organizaciones, crearon la iniciativa global South American River Dolphins, la cual incluye organizaciones ambientales, universidades y departamentos gubernamentales.
Esta iniciativa que lleva más de un año ha promovido el marcaje satelital de delfines, un sistema con el que se ha podido conocer con mayor profundidad las amenazas de la especie y los sitios estratégicos para conservarla.
Se espera que con esta noticia los gobiernos relacionados incluyan en su agenda la protección de estos delfines, con ayuda de programas para evitar su desaparición, así como la deforestación de la selva del Amazonas que podría significar la pérdida de varias especies si no se cuida correctamente.