Los Pitbull son perros con una reputación mala, por decir lo menos. Existen muchos lugares en el mundo, como Brasil, Canadá y Nueva Zelanda, donde se prohíbe o restringe su tenencia debido a que son considerados demasiado peligrosos y violentos. Se trata de un estereotipo tan común y aceptado, que se les puede ver en películas, libros e incluso videojuegos como animales entrenados para matar.
Pero, ¿es correcto asumir estas características como propias de esta raza? Muchos dueños de este tipo de perros indican que no son más o menos peligrosos que otros, y que su reputación es simplemente una exageración. ¿Qué es verdad y qué es mito sobre los Pitbull?
Todo se centra sobre una característica en específico: la agresividad. En Chile, existe la Ley de Tenencia Responsable, en la que se regulariza la tenencia de ciertas razas debido a que son consideradas peligrosas, entre estas se incluye a los Pitbull, los cuales necesitan una clase de adiestramiento especial, en conjunto además con el uso de bozal y correa mientras están en un área pública.
Esta ley fue creada para intentar solucionar el problema de ataques de perros a personas en la vía pública, los cuales son reportados comúnmente en áreas residenciales. Los Pitbull son considerados peligrosos debido a que esta raza de perro tiene una musculatura más desarrollada que otras, lo cual hace que su mordida sea potencialmente más dañina, y también por su reputación como perros agresivos.
Una de las defensas más comunes en redes sociales en contra de la supuesta agresividad de los Pitbull es que a estos se les conocía a principios del siglo 20 como “perros niñeros”, debido a lo dóciles que eran con niños y bebés.
En el libro Pitbull: La Batalla por un icono americano, la autora Bronwen dinkey investigó la antigua reputación de esta raza, encontrando que estos eran vistos como perros extremadamente dóciles. Esto se puede ver en su representación en medios, como el antiguo show “Little Rascals”, donde el perro que seguía a los protagonistas era un Pitbull llamado Pete.
Sin embargo, esta reputación comenzó a cambiar a mediados de siglo, cuando los Pitbull comenzaron a ser entrenados para pelear y cumplir funciones de seguridad, siendo criados específicamente para desarrollar su musculatura. Esto terminó definiendo su reputación para finales de siglo.
No obstante, la mayoría de las organizaciones animalistas y profesionales del área veterinaria indican que es injusto caracterizar a toda una raza de esta manera, como lo indica el presidente de la Asociación de Etología de la Clínica Veterinaria de Chile, Gaspar Romo.
“La agresividad siempre tiene que ser vista como una característica individual. No es justo caracterizar a toda una raza de perros como agresiva”, afirma, indicando que la raza es sólo uno de los múltiples factores que deben ser considerados para calificar a un perro como potencialmente agresivo o dócil.
La socialización a una edad temprana, el entrenamiento y el historial de vida del can son algunos de estos factores, los cuales deben ser considerados con tiempo y cuidado, ya que cada perro reaccionará y se adaptará a su ambiente de manera distinta. “En lo personal, cuando debo tratar a un Pitbull, no presentan más o menos agresividad que lo normal”, precisó.
Romo no está sólo en esta evaluación. Múltiples organizaciones a nivel internacional, como la Asociación Americana para la Prevención de Crueldad Animal (ASPCA, por sus siglas en inglés), afirman que proyectos de ley que prohíben o atacan directamente a una raza especifica de perro sólo crean la ilusión de seguridad, pero no logran mucho en temas prácticos.
El United Kennel Club, organización americana que funciona como un registro internacional de razas de perro, incluso recomienda no utilizar a los Pitbull como perros guardianes, debido a que son demasiado amigables con extraños y otros perros por naturaleza.
Incluso el gobierno de Barack Obama se pronunció en contra de la restricción o prohibición de tenencia de perros por raza en Estados Unidos, en un comunicado oficial que fue publicado en 2013, como consignó el diario estadounidense Huffington Post.
Finalmente, existen organizaciones que buscan medir de manera científica la agresividad de las distintas razas de perro, como la American Temperament Test Society (ATTS), la cual indica que los perros Pitbull (registrados como American Pitbull Terrier) son en promedio más calmos que otras razas comunes, como los Chihuahuas y los Pastores Alemanes.
A pesar de la reputación de estos animales, los datos indican que los Pitbull, como cualquier otra raza de perros, pueden ser tan agresivos o dóciles como el dueño quiera, siempre y cuando sean adiestrados correctamente. El estereotipo de esta raza es sólo eso, y existen mejores formas para combatir la violencia animal, como la educación y socialización de los canes a edad temprana.