El fotógrafo chileno Eduardo Minte Hess vivió una gran experiencia durante su último recorrido por la zona austral de Chile, al retratar un encuentro cercano con dos gatos de Geoffroy, considerados los más extraños en territorio nacional.
En un relato al sitio Ladera Sur, donde es colaborador, Minte indicó que este suceso fue totalmente fortuito, ya que en ese momento se encontraba disfrutando del amanecer en la Patagonia y fotografiando el paisaje.
“Saqué mis fotos y me senté a disfrutar del paisaje. Tras un par de minutos escuché a unos rayaditos que empezaron a vocalizar muy alterados en el bosque a mi lado. Empecé a caminar entre las lengas y tras andar unos 50 metros nos sorprendimos mutuamente con unos gatos geoffroy, una especie considerada rara en Chile”, escribió.
El fotógrafo se mostró feliz con su hallazgo, ya que había esperado un encuentro así durante tres años. No obstante, capturar las imágenes de los animales no fue fácil, debido a lo complicado del terreno y a que ellos estaban sobre una lenga (árbol austral).
“Ellos se subieron a una lenga y empecé a sacarles fotos. Estaba medio oscuro y con todo lo que tiritaba de la emoción no estaba logrando las fotos. Sentí que estaba obturando muy lento así que me apoyé en otra lenga, le di un scroll entero al ISO para incrementarlo y logré el par de fotos que hoy les comparto”, indicó.
Cabe señalar que el gato de Geoffroy, o gato montés sudamericano, es un felino muy difícil de observar en su hábitat natural. Habita en Brasil, Bolivia, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile; donde se le considera como una especie de preocupación menor, entre las animales amenazados mundialmente.
En Chile, este gato habita principalmente en los ambientes donde existe estepa y bosque patagónico, por lo cual se le observa en las regiones de Aysén y Magallanes.
Según la última estimación, realizada hace 20 años atrás, su presencia en Chile fue de 12 individuos por cada 100 kilómetros cuadrados. Cabe señalar que este recuento se realizó en el área de Torres del Paine.
Su caza fue prohibida en el año 1980. Dentro de las amenazas más latentes que tenía eran la fragmentación de las especies en otros entornos y la destrucción de su ambiente natural.