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En verano, es importante proteger a nuestros perros del calor sin cometer errores que perjudiquen su salud. Para ello, es fundamental mantenerlos hidratados con agua fresca y en un lugar con sombra, evitando rapar su pelaje, ya que este actúa como aislante térmico. Al mojarlos, hay que tener cuidado con el cloro y sales de piscinas o del mar. Además, es importante pasear a las mascotas en horarios frescos, ajustar su alimentación y proteger las zonas con poco pelo con bloqueador solar. Se deben estar atentos a signos de golpe de calor como jadeo excesivo o letargo para actuar rápidamente y contactar al veterinario.

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En verano o simplemente con altas temperaturas, es común que queramos proteger a nuestro perro del calor, tal como lo haríamos con nosotros mismos.

Sin embargo, en un esfuerzo por querer ayudarlos, podemos cometer errores que perjudiquen su salud y bienestar.

Para pasar una temporada de verano que traiga más disfrute que problemas, en esta publicación te daremos algunos tips respecto a qué poner atención o cómo ayudar a tu amigo de cuatro patas a refrescarse, sin que ello sea perjudicial.

Pon atención a estas claves para proteger a tu perro en verano

Hidratación constante: el agua es vital para mantener a nuestras mascotas hidratadas, especialmente en verano. La médico veterinaria, Cecilia Padilla, explicó a nuestro medio asociado RPP, que es importante ofrecer agua fresca y cambiarla con regularidad, ya que el calor acelera la acumulación de bacterias. Si tu mascota pasa tiempo en el jardín o al aire libre, se recomienda cambiar el agua cada 3 o 4 horas.

Hay que tener en cuenta que agregar cubitos de hielo al agua para mantenerla más fresca, no debe sustituir el recambio constante. Además, asegúrate de que tu mascota siempre tenga acceso a un lugar con sombra para descansar y evitar un golpe de calor.

Evita el rapado: aunque parezca que cortar todo el pelaje de tu mascota puede ayudar a mantenerla fresca, la realidad es distinta. Ana Francisca Soto, etóloga clínica y coordinadora de tenencia responsable de mascotas del Consejo Regional Metropolitano de Colmevet, contó a BioBioChile que esto no se recomienda, debido a que “el pelaje es un aislante térmico natural: protege a los perros tanto del frío en el invierno como del calor en el verano. Genera un espacio. Hay un espacio como una cámara donde circula el aire entre la piel y el medio externo. Por lo tanto, eso ayuda a termorregular”. Además, los protege de los rayos solares.

Cuidado con el agua de piscina y mar: mojar a tu perro en verano puede ayudarlo a aliviar el calor, pero debes tener cuidado con el agua de piscinas o del mar. “El cloro y las sales pueden dañar la piel y el pelaje”, advierte Padilla. Si decides permitirles un chapuzón, enjuaga bien a tu mascota con agua limpia después de la actividad para eliminar cualquier residuo químico o mineral.

A qué hora dar un paseo: en esta época, el piso puede provocar quemaduras en las almohadillas de las patas. Antes de sacar a tu mascota, prueba la temperatura del suelo con la palma de tu mano: si no puedes soportarlo, tampoco podrá tu mascota. Evita paseos durante las horas de mayor radiación y opta por horarios más frescos, antes de las 9:00 a.m. o al atardecer.

Alimentación adecuada: durante el verano, algunas mascotas pueden perder el apetito debido al calor. En estos casos, es recomendable consultar con un veterinario para ajustar la dieta o incluir alimentos húmedos que complementen su hidratación.

Protección solar: Si tu mascota tiene áreas con poco pelo o su piel es clara, aplica crema hidratante y bloqueador solar en esas zonas, siempre bajo recomendación de un veterinario, para prevenir quemaduras.

Atención a signos de golpe de calor: jadeo excesivo, letargo, encías enrojecidas o colapsos son signos de alerta. Si los notas, actúa de inmediato llevándola a un lugar fresco, ofreciéndole agua y contactando al veterinario.