¿Alguna vez has sentido esa sensación incómoda en el ojo, como si tuvieras algo atrapado, pero al mirar no encuentras nada? Quizás te pica, te arde, y aunque parpadeas o frotas los ojos, la incomodidad no desaparece. Esa sensación tan común es un síntoma del síndrome del ‘ojo seco’, un problema que afecta a muchas personas, especialmente a medida que vamos envejeciendo.
El Dr. Elmer Huerta, asesor médico de RPP, indicó a nuestro medio asociado que esto ocurre cuando los ojos no producen suficientes lágrimas o la calidad de estas es deficiente. Este sistema de lágrimas se compone de tres capas: la capa externa de aceite, que ayuda a evitar que las lágrimas se evaporen; la capa acuosa, que humedece el ojo; y una capa interna que mantiene el ojo unido a la película lacrimal.
El problema surge cuando una de estas capas no se produce adecuadamente. Las glándulas lacrimales, que se encuentran en la parte superior de cada ojo, son las encargadas de generar las lágrimas. Sin embargo, factores como la edad, enfermedades autoinmunes, o problemas en las glándulas, como el síndrome de Sjögren, pueden alterar este proceso y dar lugar al ‘ojo seco’.
Causas comunes del ojo seco
Aunque el envejecimiento es una causa frecuente, otras situaciones también pueden desencadenar este problema. Las personas que pasan muchas horas frente a una pantalla, como computadoras o celulares, son propensas a experimentar este mal, ya que al concentrarse en la pantalla, parpadean menos, lo que reduce la producción de lágrimas.
Además, el uso prolongado de lentes de contacto, ciertos medicamentos (como antihistamínicos, antidepresivos o medicamentos para la presión arterial), y enfermedades autoinmunes como el lupus o la artritis reumatoide pueden contribuir al ‘ojo seco’.
¿Cómo se trata el ojo seco?
El tratamiento varía dependiendo de la causa. Si hay una enfermedad previa, como lupus o problemas con las glándulas lacrimales, es crucial tratar esa condición. Para aliviar los síntomas, se suelen recetar lágrimas artificiales o ungüentos especiales que ayudan a lubricar el ojo. También se pueden recomendar compresas tibias y masajes en los párpados para activar las glándulas que producen las lágrimas.
El Dr. Huerta destaca que el ‘ojo seco’ es una condición crónica, lo que significa que, si bien se puede manejar, no desaparece por completo. Aunque rara vez conduce a complicaciones graves como úlceras corneales, su incomodidad puede ser significativa, por lo que no se debe ignorar.
Si sientes que tus ojos están constantemente secos, irritados o te pican sin razón aparente, lo mejor es consultar a un oftalmólogo. Aunque es común pensar que solo se necesita un simple remedio de farmacia, un diagnóstico adecuado es crucial. No siempre el ardor y picazón en los ojos es causado por el ‘ojo seco’; podría ser el síntoma de una infección o una condición diferente.
Un especialista podrá determinar la causa exacta y ofrecerte el tratamiento adecuado.