Para muchos, el ejercicio físico puede parecer una actividad que requiere de largas horas de esfuerzo y dedicación. Sin embargo, un reciente estudio publicado el pasado 6 de noviembre en la revista Circulation concluyó que tan solo cinco minutos diarios de actividad física podrían ser suficientes para empezar a reducir la presión arterial.
No es de extrañar el impacto de este hallazgo, que resulta interesante en una época en la que la falta de tiempo es una excusa para evitar el ejercicio. Este estudio logra demostrar que hasta el mínimo esfuerzo diario puede tener un impacto positivo en la salud, derribando los pretextos para no incorporar la actividad física en la rutina diaria.
El Dr. Elmer Huerta, asesor médico de nuestro medio asociado RPP, comentó y enfatizó sobre este estudio: “Tan solo 5 minutos al día de ejercicio estuvieron asociados con una presión arterial más baja, y si aumentas a 10 o 20 minutos, eso ya tuvo un efecto clínicamente significativo en la presión arterial”.
¿Cómo se realizó el estudio?
El estudio utilizó dispositivos de medición de presión arterial para monitorear a los participantes durante 24 horas y, al observar diferentes tipos de actividad física, descubrió que hasta el más mínimo movimiento ayudaba a reducirla. Los investigadores concluyeron que pequeñas dosis de actividad física diaria, sumadas a otros minutos a lo largo del día, pueden mejorar la salud cardiovascular de forma significativa.
Los resultados dicen que hasta las acciones más simples pueden marcar una diferencia. El Dr. Huerta sugiere “inculcar a las personas que hagan algún tipo de actividad física en su vida diaria”. Además de estos cinco minutos, el estudio sugiere que incrementar la duración de la actividad, aunque sea en intervalos de 10 a 20 minutos, ofrece un efecto mayor en la presión arterial, especialmente en personas con hipertensión.
Ejercicios para reducir la presión arterial
Para quienes buscan estrategias prácticas para incorporar el ejercicio en tu rutina diaria, aquí algunas recomendaciones basadas en el estudio:
Estos pequeños cambios, que pueden parecer insignificantes al principio, son suficientes para empezar a ver resultados positivos en la presión arterial. Como concluyen los investigadores: “Pequeñas cantidades adicionales de ejercicio están asociadas con una presión arterial más baja en un entorno de vida libre”.