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Un nuevo cambio de hora supone un desafío para muchas personas, ya que el próximo sábado 7 de septiembre los relojes se adelantarán 60 minutos a las 00:00 horas, generando la necesidad de ajustar los hábitos de sueño y actividad diaria. A pesar de que la modificación se anuncia con anticipación, la ampliación de las horas de luz en la tarde y el retraso del amanecer plantean dificultades para el cuerpo humano en términos de energía y descanso. Expertos recomiendan realizar pequeños ajustes en las semanas previas al cambio, como exponerse a la luz solar durante el día y evitar la luz artificial en la noche, así como evitar siestas y cenar liviano antes de acostarse. Estas medidas buscan facilitar la adaptación del reloj biológico a la nueva hora, incrementando gradualmente los minutos de sueño o vigilia hasta llegar al día del cambio.

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Un nuevo cambio de hora supone un desafío para muchas personas, considerando que el tiempo dedicado para dormir y realizar las tareas cotidianas se ve alterado por el horario de verano.

El próximo de ellos ocurrirá el próximo sábado 7 de septiembre, o, dicho de otro modo, a las 00:00 horas del domingo 8 del mismo mes en el territorio continental. En esa fecha, los relojes se adelantarán 60 minutos, pasando de las 00:00 a las 01:00 horas.

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Aunque se trata de una modificación que se realiza cada año, y se anuncia con anticipación, hay ciertas dificultades considerando que se amplían las horas de luz en la tarde, pero por un tiempo amanecerá más tarde.

Ese escenario no deja indiferentes, ya que para bien o para mal, el cuerpo humano depende de estos factores para operar con energía o tener un buen descanso.

Lo que deberías hacer para que no te afecte el cambio de hora

Las recomendaciones de los expertos en la materia apuntan a hacer pequeños ajustes en las semanas o días previas al cambio de hora, como mejorar la exposición a la luz solar durante el día y evitar la exposición a la luz artificial durante la noche para incrementar la producción de melatonina.

Otras se relacionan a evitar las siestas y comer algo ligero de noche o hasta 2-3 horas antes de acostarse.

La directora de la Escuela de Enfermería y de Técnico de Nivel Superior en Enfermería de la Universidad de Las Américas (UDLA), Beatriz Arteaga, señaló a ADN que una buena idea es empezar a acostarse 10 minutos antes de lo habitual. Esa misma práctica deberás realizarla a la hora de levantarte.

El Dr. Alejandro Marinis, neurólogo e integrante del Programa de Medicina del Sueño de la Clínica Universidad de lo Andes, contó a BioBioChile que más cerca del 7 de septiembre se recomienda sumar 5 minutos extras hasta totalizar 15.

Así, cuando ocurra el cambio de hora, el reloj biológico ya estará acostumbrado. “En la biología, la gradualidad es sumamente importante. Pequeñas modificaciones ayudan a que la adaptación sea más fácil”, indicó el neurólogo.