Profesora nacida en la zona norte de Italia asegura que es indispensable el tipo de queso a utilizar y destaca las diferencias claves entre el plato original versus el comúnmente preparado a nivel mundial. Por supuesto, las recetas -incluso en el país de origen- varían de acuerdo a la región.
Cada 29 de julio se celebra el Día Mundial de la Lasaña, fecha que rinde homenaje a uno de los platos elaborados con pasta más populares en el planeta. Esta famosa preparación ha conquistado paladares con su combinación de capas de pasta, carne, salsa y queso. Sin embargo, con toda su popularidad, también se ha perdido el rastro de la receta auténtica.
De acuerdo a lo explicado por Cristina Bianchi, profesora de italiano de Superprof, para preparar la auténtica lasaña de Italia no hay que dejar atrás ningún detalle, lo que abarca desde la harina para hacer la masa de la pasta, hasta el tipo de carne que se utiliza.
En qué fijarse al preparar una Lasaña tradicional
“La calidad de cada ingrediente es fundamental para prepararla correctamente, por ejemplo, la carne molida debe cocinarse por varias horas, la salsa de tomate no tiene que ser demasiado ácida y la pasta no debe soltar gran cantidad de almidón”.
La docente, oriunda de Florencia, ciudad ubicada en el norte de Italia y residente en Chile desde 2019, destacó una diferencia clave entre la lasaña italiana y la versión comúnmente preparada en Chile: el uso de cualquier queso. “Es común que muchas personas añadan mozzarella u otros a su lasaña, pero el queso verdaderamente utilizado en la preparación original es el parmesano”.
Por otro lado, Bianchi aseguró que a veces resulta difícil encontrar algunos ingredientes, como por ejemplo, la harina 00, sin embargo, esta se encuentra en tiendas gastronómicas italianas. “Esto es muy importante, ya que la base de la lasaña es la masa. Hay muchos supermercados que venden la masa precocida, pero la verdadera receta se realiza con pasta fresca”.
En cuanto a las salsas, explicó que para hacer la bechamel, la mantequilla no debe tener sal y tiene que ser blanca, lo que permitirá hacer una salsa más dulce y menos fuerte. En esta misma línea, la salsa de tomate debe realizarse de manera casera y con “tomates pera”.
Finalmente, recalcó que la preparación original en ningún caso debe llevar pollo. “Esta es la regla mínima para cocinar cualquier tipo de pasta, ya que estas dos combinaciones nunca pueden juntarse”, además afirmó que la lasaña no debe tener una salsa líquida, “el verdadero plato es un cuadrado que se debe poder comer con tenedor, sin la necesidad de acompañarlo con una cuchara”.