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Durante este invierno, se ha observado un aumento en la circulación de virus respiratorios, principalmente de la influenza, con casos fatales en distintas regiones de Chile. La mayoría de los cuadros virales no requieren atención médica de urgencia, lo que contribuiría a descongestionar los servicios de urgencia y prevenir contagios. Sin embargo, es importante estar alerta a síntomas como fiebre persistente, dificultad para respirar y otros signos, especialmente en grupos vulnerables como niños pequeños, personas mayores y pacientes crónicos. Se destaca la necesidad de acudir a urgencias si los síntomas no mejoran tras dos a tres días, o si se presentan complicaciones como sangrado al toser. Es crucial seguir medidas de prevención como lavado de manos, uso de mascarillas y ventilación de espacios para evitar la propagación de virus. Además, se advierte sobre la importancia de buscar atención médica especializada en casos de complicaciones graves como bronquitis agudas o neumonía, que pueden requerir hospitalización y ventilación mecánica.

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Durante este invierno, se ha visto un aumento en la circulación de virus respiratorios, principalmente de la influenza, con casos fatales en varias regiones del país. No obstante, la mayoría de los cuadros de origen viral presentan síntomas que no necesitan atención médica de urgencia, lo que ayudaría no solo a descongestionar los servicios de emergencia, sino que también a evitar contagios con otros virus o reinfecciones.

La mayoría de los virus que aparecen con fuerza afectan desde la nariz hasta los pulmones, generalmente de manera corta pero intensa. “Lo primero que debemos enfatizar es que la mayoría de los síntomas por estos virus son manejables en casa, y podemos tomar ciertos medicamentos -recomendados por el médico- que nos ayuden a esto. Ellos ayudarán a manejar los síntomas como fiebre, tos, disfonías leves, dolor muscular y la congestión nasal, por ejemplo”, señala Magdalena Galarce, médica de servicios clínicos y farmacéuticos de Farmacias Ahumada.

Para estos casos, es recomendable tomar hora para consulta con medicina general en consultorios, centros médicos o a través de telemedicina, una alternativa eficaz que se consolidó durante la pandemia.

Síntomas graves que requieren atención de urgencia

Existen grupos en la población que pueden verse más afectados debido a sistemas inmunes en desarrollo o debilitados, por otras enfermedades o la edad.

La profesional enfatiza que “si bien estos virus pueden afectar a todas las edades, es importante estar atentos a los síntomas, a cómo evolucionan o aparecen nuevos, que sí deben ser manejados con otro tipo de medicamentos y bajo observación médica”.

“Los casos a los que hay que prestar atención por posibles complicaciones son cuando se producen sobre infecciones bacterianas, que deben ser tratadas con antibióticos-, si hay descompensaciones de enfermedades de base o contagios con otros virus que complican el panorama inicial”, precisó.

  • Niños menores de 5 años: el rechazo a la alimentación y una fiebre persistente por más de dos días, son señales de que el cuadro necesita una atención médica especializada. Ahora, si se hunden las costillas, hay dificultad para respirar, silbidos y una coloración azul en los labios, los padres deben llevar al niño a urgencias de forma inmediata”, comenta la doctora.

  • Personas mayores: los signos de alerta son la inapetencia, la fiebre mayor a 38°, el decaimiento o cansancio, o la dificultad para moverse. Si además el paciente está somnoliento, tiene sensación de ahogo con dificultad para respirar, dolor de pecho, o respiración más rápida de lo normal, debe recurrir a urgencias lo más rápido posible”.

    Estos síntomas también son de alarma en mujeres embarazadas, quienes no han podido manejar los síntomas con medicamentos, por lo que su evolución podría ser más rápida.

    Es importante saber y reconocer cuándo es momento de visitar a un profesional o sala de urgencias. “Si los síntomas no mejoran luego de dos a tres días, hay un empeoramiento de estos, existe dificultad o dolor para respirar, hay algún tipo de alteración de la conciencia o, por ejemplo, sangre al toser, la visita al especialista no solo es necesaria, sino que también urgente”, alerta Galarce.

    Un tratamiento especializado

    Cualquiera de estos virus puede generar cuadros más complejos como las bronquitis agudas, una infección que afecta a los bronquios que son los responsables de llevar el aire dentro y fuera de los pulmones.

    Aunque la bronquitis suele evolucionar favorablemente si se tratan los síntomas (y se tiene paciencia, ya que las molestias podrían durar un par de semanas), en otros casos esta podría derivar en una neumonía, una de las infecciones más graves del sistema respiratorio.

    La doctora explica que “en estos casos, se requiere un tratamiento especializado con antibióticos y otros fármacos. El problema es que los pulmones se ven afectados por la inflamación y la infección. En los casos más graves, se necesita hospitalización y hasta ventilación mecánica”.

    Por esto, la prevención es clave para evitar unos días de malestares o complicaciones que pueden poner en riesgo la vida. El lavado frecuente de manos y superficies, toser o estornudar tapándose la boca con el antebrazo, el uso de mascarillas en lugares concurridos y cerrados, el ventilar los espacios diariamente y evitar exponerse al frío ayudarán a evitar que los virus ingresen al organismo de las personas.