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Al comprar huevos, es común guardarlos en el refrigerador sin prestar atención a la posición en que están en la caja, lo cual puede ser crucial para la salud. Carmen Ferrer, experta en higiene de alimentos, explica que la parte puntiaguda del huevo debe ir hacia abajo para evitar que la yema entre en contacto con la cámara de aire, la parte más contaminada. Para saber si un huevo está malo, se puede poner en agua: si flota, la cámara de aire es grande. En países como Estados Unidos se recomienda refrigerarlos, pero en Chile y España se venden a temperatura ambiente. Sin lavar, duran entre tres y cinco semanas. Recomendación: lavar solo antes de usarlos.

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Al comprar huevos en una feria o en el supermercado, una práctica habitual al llegar a casa es vaciarlos de su caja y guardarlos en su compartimiento del refrigerador. Sin embargo, muchas veces no se le presta suficiente atención a esta simple acción, donde la forma en que almacenamos los huevos puede ser determinante en materia de salud.

Carmen Ferrer, experta en higiene de los alimentos y magíster en seguridad alimentaria de la Universidad Complutense de Madrid, explicó el pasado junio a RTVE que la posición en que vienen los huevos dentro de la caja no es al azar, sino que vienen puestos de tal manera por motivos de salubridad.

“Nadie se ha fijado que si abrimos unos huevos están todos colocados en una posición determinada: la parte puntiaguda hacia abajo”, señaló.

Ferrer procedió a explicar que en la parte de arriba del huevo es donde se encuentra una cámara de aire, que a medida que el huevo envejece va en aumento y se convierte en la parte más contaminada.

Por esta razón es que, al poner los huevos con la parte puntiaguda hacia abajo, nos aseguramos de que la yema caerá por gravedad y no estará en contacto con los posibles patógenos ubicados en la cámara de aire.

¿Por qué se debe evitar el contacto de la yema con la cámara de aire?

Según explica la experta en higiene alimentaria, mantener la yema alejada de la cámara de aire se vuelve especialmente relevante cuando se quieren hacer preparaciones como huevos duros o fritos. Esto, ya que si bien la clara suele cocinarse bien, la yema tiende a dejarse un poco más líquida.

“El problema es que si haces un huevo duro, y el huevo es viejo, hay una parte que se ve plana. Eso era la cámara de aire. Y cuanto más viejo es el huevo, más grande es la cámara de aire. Ahí es donde hay contaminación. Y la contaminación nunca ha de llegar a la yema”, advirtió Ferrer.

Es por esto que, al guardar los huevos en el refrigerador, siempre debe hacerse con la parte puntiaguda hacia abajo.

¿Cómo saber si un huevo está malo?

A propósito de la cámara de aire dentro de los huevos, un consejo para saber si uno ya está muy viejo, o en mal estado, es colocarlo en una olla o recipiente con agua fría y observar.

Según explica The New York Times, si el huevo se mantiene en el fondo, es porque la cámara de aire no es lo suficientemente grande aún. Por el contrario, si el huevo flota, es porque la cámara ya aumentó considerablemente.

Esto no quiere decir que necesariamente están malos, pero se recomienda prescindir de ellos en preparaciones que involucren no cocinarlos al cien por ciento.

En ese sentido, un consejo es romperlos primero en un recipiente pequeño para asegurarse de que estén en buen estado antes de verterlos en la preparación. Por ejemplo, en materia de olor y color.

¿Los huevos se deben guardar en el refrigerador?

Según explicó el citado medio, en países como Estados Unidos, Canadá, Japón, Australia y Escandinavia, los productores de huevos los lavan antes de venderlos, como una medida para combatir la salmonela. Al hacer esto, el huevo pierda su recubrimiento exterior natural, lo que lo hace más susceptible al contacto con microorganismos.

Es por esto que en dichos países se venden los huevos en la sección refrigerada del supermercado, y se recomienda a los consumidores mantenerlos de esta manera en el hogar hasta su consumo.

Cómo guardar los huevos
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El Servicio de Seguridad e Inspección Alimentaria del país norteamericano indica que lavar los huevos no es necesario ni recomendable, ya que puede aumentar el riesgo de contaminación al ser absorbida el agua de lavado por los poros de la cáscara.

En países como Chile o España, los huevos se venden en sus respectivas cajas y a temperatura ambiente, sin procesos previos de desinfección. Es decir, conservan su membrana protectora. En ese sentido, hay quienes optan por refrigerarlos para extender su vida útil, mientras que otros los mantienen, por ejemplo, en la despensa sin mayores problemas.

Sin lavar, los huevos pueden durar entre tres y cinco semanas desde su compra. La recomendación es lavarlos solo antes de su uso para prevenir contaminación.