Durante este invierno, se ha visto un aumento en la circulación de virus respiratorios, principalmente de la influenza, con casos fatales en varias regiones del país. No obstante, la mayoría de los cuadros de origen viral presentan síntomas que no necesitan atención médica de urgencia, lo que ayudaría no solo a descongestionar los servicios de emergencia, sino que también a evitar contagios con otros virus o reinfecciones.
La mayoría de los virus que aparecen con fuerza afectan desde la nariz hasta los pulmones, generalmente de manera corta pero intensa. “Lo primero que debemos enfatizar es que la mayoría de los síntomas por estos virus son manejables en casa, y podemos tomar ciertos medicamentos -recomendados por el médico- que nos ayuden a esto. Ellos ayudarán a manejar los síntomas como fiebre, tos, disfonías leves, dolor muscular y la congestión nasal, por ejemplo”, señala Magdalena Galarce, médica de servicios clínicos y farmacéuticos de Farmacias Ahumada.
Para estos casos, es recomendable tomar hora para consulta con medicina general en consultorios, centros médicos o a través de telemedicina, una alternativa eficaz que se consolidó durante la pandemia.
Síntomas graves que requieren atención de urgencia
Existen grupos en la población que pueden verse más afectados debido a sistemas inmunes en desarrollo o debilitados, por otras enfermedades o la edad.
La profesional enfatiza que “si bien estos virus pueden afectar a todas las edades, es importante estar atentos a los síntomas, a cómo evolucionan o aparecen nuevos, que sí deben ser manejados con otro tipo de medicamentos y bajo observación médica”.
“Los casos a los que hay que prestar atención por posibles complicaciones son cuando se producen sobre infecciones bacterianas, que deben ser tratadas con antibióticos-, si hay descompensaciones de enfermedades de base o contagios con otros virus que complican el panorama inicial”, precisó.
Estos síntomas también son de alarma en mujeres embarazadas, quienes no han podido manejar los síntomas con medicamentos, por lo que su evolución podría ser más rápida.
Es importante saber y reconocer cuándo es momento de visitar a un profesional o sala de urgencias. “Si los síntomas no mejoran luego de dos a tres días, hay un empeoramiento de estos, existe dificultad o dolor para respirar, hay algún tipo de alteración de la conciencia o, por ejemplo, sangre al toser, la visita al especialista no solo es necesaria, sino que también urgente”, alerta Galarce.
Un tratamiento especializado
Cualquiera de estos virus puede generar cuadros más complejos como las bronquitis agudas, una infección que afecta a los bronquios que son los responsables de llevar el aire dentro y fuera de los pulmones.
Aunque la bronquitis suele evolucionar favorablemente si se tratan los síntomas (y se tiene paciencia, ya que las molestias podrían durar un par de semanas), en otros casos esta podría derivar en una neumonía, una de las infecciones más graves del sistema respiratorio.
La doctora explica que “en estos casos, se requiere un tratamiento especializado con antibióticos y otros fármacos. El problema es que los pulmones se ven afectados por la inflamación y la infección. En los casos más graves, se necesita hospitalización y hasta ventilación mecánica”.
Por esto, la prevención es clave para evitar unos días de malestares o complicaciones que pueden poner en riesgo la vida. El lavado frecuente de manos y superficies, toser o estornudar tapándose la boca con el antebrazo, el uso de mascarillas en lugares concurridos y cerrados, el ventilar los espacios diariamente y evitar exponerse al frío ayudarán a evitar que los virus ingresen al organismo de las personas.