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Enfrentar el invierno puede resultar costoso, pero con simples medidas se puede ahorrar dinero en calefacción. Sellar ventanas y puertas, usar cortinas térmicas, mantener un buen aislamiento térmico con doble cristal o termopanel, y limpiar regularmente los sistemas de calefacción son tácticas efectivas. Además, considerar la calefacción localizada con modelos eficientes energéticamente y una ventilación controlada adecuada puede maximizar el confort y disminuir los costos. Elementos decorativos como mantas y textiles gruesos también contribuyen a conservar el calor. Con estos consejos prácticos, se puede lograr un hogar cálido y acogedor sin gastar una fortuna, combinando aislamiento, eficiencia en el uso de recursos y pequeños cambios en la rutina diaria.

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Enfrentar el invierno puede ser un desafío, especialmente cuando las temperaturas bajan y los costos de calefacción aumentan.

Mantener un hogar cálido y confortable, ya sea en una casa o un departamento, no tiene por qué ser sinónimo de gastar una fortuna.

Por eso, a continuación, presentamos algunos consejos efectivos para ahorrar en calefacción y asegurar un ambiente acogedor durante los meses fríos.

Ahorra en calefacción con el sellado de ventanas y puertas

Una de las principales fuentes de pérdida de calor en los hogares son las fugas de aire. Asegúrate de sellar adecuadamente ventanas y puertas, para eso utiliza burletes y selladores para evitar corrientes de aire, los que puedes encontrar en ferreterías.

También considera el uso de cortinas térmicas, que no solo ayudan a mantener el calor dentro, sino que también pueden añadir un toque estético a tus espacios.

Aislamiento térmico

El aislamiento es clave para mantener el calor en el hogar. Si vives en una casa, verifica el aislamiento del cielo y las paredes. Para departamentos, asegúrate de que las ventanas tengan doble cristal o termopanel.

Otra forma que existe para aislar tu hogar es utilizar alfombras gruesas y tapices en las paredes para añadir una capa adicional de aislamiento.

Mantén los sistemas de calefacción

Un sistema de calefacción bien mantenido funciona de manera más eficiente. Si utilizas estufas eléctricas, a gas o parafina, limpia regularmente los quemadores y filtros.

Para las estufas a gas, verifica las conexiones y asegúrate de que no haya fugas. Las estufas eléctricas deben ser constantemente revisadas para evitar acumulaciones de polvo que pueden afectar su rendimiento. Ese es un tip que pocos toman en consideración.

En cuanto a las estufas de parafina, es importante que estén limpias y bien ventiladas. Este mantenimiento no solo prolongará la vida útil del equipo, sino que también mejorará su rendimiento, resultando en un ahorro en calefacción.

Calefacción localizada para ahorrar

En lugar de calentar toda la casa, considera el uso de calefacción localizada. Los calefactores eléctricos portátiles pueden ser una excelente opción para calentar solo las habitaciones que estés utilizando.

Asegúrate de elegir modelos eficientes energéticamente y siempre sigue las recomendaciones de seguridad.

Considera que si no usas un aparato que te brinde eficiencia energética, tu intento de ahorro en calefacción se puede ver saboteado,

Ventilación controlada

Aunque pueda parecer contradictorio, una ventilación adecuada es crucial para mantener el hogar cálido. Una casa bien ventilada reduce la humedad, lo que hace que la calefacción sea más efectiva.

Asegúrate de ventilar durante cortos períodos y en momentos estratégicos para no perder demasiado calor.

Los elementos decorativos que te ayudan a ahorrar en calefacción

Añadir mantas, cojines y textiles gruesos no solo mejora la estética de tu hogar, sino que también ayuda a mantener el calor.

Considera la disposición de los muebles; evita colocar grandes piezas frente a fuentes de calor para no obstruir la circulación del aire caliente.

Con estos simples pero efectivos consejos, no solo podrás disfrutar de un hogar cálido y confortable, sino que también podrías ver un ahorro en calefacción.

La clave está en la combinación de aislamiento, el uso eficiente de recursos y pequeñas modificaciones en la rutina diaria que pueden hacer una gran diferencia en el ahorro en calefacción.