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Aunque es bastante común, y una buena cantidad de personas la padecen, no todos conocen las causas del porqué se produce la intolerancia a la lactosa.

Y es que en la mayor parte de los casos, la ciudadanía se autodiagnostica esta condición al identificar ciertos síntomas tras consumir productos lácteos. Algunas de las señales más frecuentes son la diarrea, los gases, dolor abdominal e hinchazón.

Según indica el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos (NIDDK, por sus siglas en inglés), al menos el 65% de la población mundial es intolerante a la lactosa, siendo mayores los casos en personas adolescentes y adultas. En tanto, en niñas y niños las cifras apuntan a solo un 5%.

¿Qué son la lactosa y la lactasa?

De acuerdo con la Clínica Mayo, la leche y los productos lácteos contienen un azúcar natural denominado “lactosa”. Este es un carbohidrato formado por glucosa y galactosa que no se absorbe por sí solo.

Para ello necesita de una enzima producida por el intestino delgado llamada “lactasa”, la cual divide la lactosa en dos azúcares simples y permite que sea absorbida a través de la mucosa intestinal.

Sin embargo, los cuerpos de algunas personas no producen la cantidad suficiente de lactasa.

¿Por qué se produce la intolerancia a la lactosa?

Luego de explicar las partes y protagonistas del proceso, lo siguiente es comprender por qué se produce esta condición.

Según la NIDDK, la intolerancia a la lactosa es causada por una malabsorción de la misma, ya que el intestino no puede digerir o descomponer toda la lactosa consumida. Esto ocurre cuando el cuerpo no puede producir suficiente lactasa y, por lo tanto, hay una deficiencia.

El gastroenterólogo de la Clínica Andes Salud Concepción, Carlos Aruta, comenta que incluso con una baja producción de lactasa, el cuerpo puede descomponer las moléculas de la lactosa.

Tal como señala Aruta, la Clínica Mayo apunta que cuando los niveles de lactasa son demasiado bajos, la lactosa no procesada pasa al colon, donde las bacterias comunes interactúan con ella y provocan la aparición de los conocidos síntomas desagradables.

A medida que las personas van creciendo, también se va incrementando la intolerancia. Sobre esta materia, el coloproctólogo jefe de la Unidad de Endoscopía de Clínica Andes Salud Concepción, Dr. Jorge Díaz, señala a BioBioChile que “los humanos, a medida que crecen, van perdiendo total o parcialmente la actividad de la lactasa y, por lo tanto, empiezan a disminuir su tolerancia a la lactosa”.

“Esto es algo que depende del grupo étnico, puede ser más o menos frecuente, pero aquí en Chile hay estudios que muestran que alrededor de la mitad de los preescolares ya empiezan a perder la capacidad de tolerar bien la lactosa”, añade.

Junto a la lactasa, la microbiota es otro elemento a considerar en el proceso. Según desarrolla el Dr. Díaz, estos microorganismos también ayudan a digerir la lactosa, no obstante, su efectividad varía según el caso.

“Hay personas que tienen una microbiota, o sea unas bacterias, que ayudan a procesar la lactosa y, por lo tanto, esas personas van a tener una mejor tolerancia a la ingesta de lácteos que el resto de la gente que puede tener un perfil distinto en su microbiota“, comenta el experto.

“Si yo consumo un poco de leche o un poco de lactosa en mi alimentación, la voy a poder tolerar adecuadamente porque mis bacterias van a suplir la falta de la enzima lactasa y van a contribuir a tolerar mejor esos alimentos con lactosa. Pero claro, si yo consumo muchos alimentos de una sola vez, voy a superar la capacidad de mis bacterias de procesar esa lactosa“, agrega.

Cómo ingerir lácteos y no sentirse mal en el intento

Según el Dr. Jorge Díaz, la intolerancia a la lactosa es una condición permanente. Hasta ahí no hay nada más que hacer, aunque siempre es posible ayudar a nuestro intestino delgado.

Puede mejorar parcialmente con el uso de algunos probióticos que, como explicaba, pueden ayudar a digerir parcialmente la lactosa, pero en realidad no es algo que tenga una solución definitiva”, enfatiza.

De todos modos, las personas que enfrentan los peores golpes de la lactosa, a través de síntomas como las náuseas, dolores y vómito, tienen diferentes alternativas para enfrentar esa batalla.

Hoy en el mercado son cada vez más las marcas de lácteos con líneas de productos “sin lactosa”. Pese a que se comercializan de esta forma, en realidad son alimentos a los que se añade la enzima lactasa.

A la vez, las farmacias venden suplementos de lactasa sin receta, para quienes deseen seguir consumiendo lácteos en su formato tradicional.

Respecto a si conviene consumir uno más que el otro, el coloproctólogo jefe de la Unidad de Endoscopía de Clínica Andes Salud Concepción cuenta que “actualmente es tan fácil, conseguir alimentos sin lactosa que el uso de esta enzima se reserva para situaciones especiales o intolerancias muy severas, porque la mayoría de los alimentos que son derivados de la leche actualmente tienen alguna variante sin lactosa”.

¿Cuánta lactosa se puede consumir antes de sentir los efectos de la intolerancia?

Una tercera salida al problema es analizar qué productos lácteos tienen más lactosa. De acuerdo con el Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos, “las personas con intolerancia a la lactosa pueden tolerar diferentes cantidades de lactosa. Las investigaciones científicas sugieren que muchas personas podrían consumir 12 gramos de lactosa, la cantidad aproximada que contiene 1 taza de leche, sin síntomas o con solo síntomas leves“.

Un artículo de The New York Times, se cuadra con este antecedente y apunta que la leche descremada al 1% o 2% posee unos 12 gramos de lactosa por taza.

Respecto a los helados, recomiendan fijarse en la etiqueta. Si la leche figura antes que la crema, entonces sería más rico en lactosa, apunta el medio. En tanto, sobre el queso, indican que aquellos más duros, como el parmesano, el queso suizo y el cheddar, tienen menos lactosa porque son curados. Los quesos frescos contienen menos lactosa que la leche, aunque también depende si están curados o no.