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Las billeteras digitales han revolucionado el ecosistema financiero en los últimos años. Ahora, no es necesario tener dinero en efectivo, tarjetas físicas o incluso una cuenta bancaria para realizar compras.

También conocidas como e-Wallet, una billetera digital es un servicio que, en forma de aplicación para el celular, permite realizar compras, transferencias, recibir dinero y hacer pagos de forma más rápida.

Hay billeteras digitales que funcionan guardando la información de tus tarjetas de débito y/o crédito, actuando como un interfaz para facilitar los pagos sin contacto u online. Algunas de ellas son Apple Wallet y Google Wallet. Además, te permiten guardar otros elementos como entradas a eventos o boletos de avión.

En tanto, otras billeteras funcionan como una cuenta digital propia, tipo tarjeta prepago. Es decir, deben tener dinero “cargado” para funcionar, como Mach o MercadoPago, y no necesitas asociarle tarjetas externas. Son más parecidas a un banco digital, más que un contenedor de tarjetas.

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De acuerdo con la encuesta Medios de Pago Latam 2024 de Ipsos, el 46% de los encuestados tiene cuentas digitales, como billeteras digitales o aplicaciones de pago. Esto indicaría una creciente confianza en estas plataformas emergentes, que incluso han llegado a superar a la tarjeta de crédito física, bancaria (44%) o de retail (39%).

“Este abanico de opciones refleja no solo una mayor sofisticación en el comportamiento financiero de los consumidores, sino también un claro movimiento hacia una economía más digitalizada y menos dependiente del efectivo”, sostiene el estudio.

¿Qué tan seguras son las billeteras digitales?

Las billeteras electrónicas “han facilitado el acceso a servicios financieros para personas no bancarizadas, promoviendo la inclusión financiera. Pese a que han evolucionado significativamente en términos de protección, también requieren un uso responsable por parte de los usuarios”, explicó Alejandro Lavín, gerente de negocios de Zeleri.

En términos generales, de acuerdo al experto, las billeteras electrónicas son seguras, debido a que la mayoría de ellas cuenta con cifrado de datos, múltiples pasos de verificación y generación de números de tarjetas virtuales para las transacciones, lo que minimiza el riesgo de que los datos reales sean comprometidos.

“Sin embargo, existen varios riesgos potenciales asociados a su uso, ya que los ciberdelincuentes pueden intentar engañar a los usuarios para que compartan sus credenciales”, afirmó Lavín.

Por ejemplo, si el dispositivo donde se ocupa la billetera está infectado con un software malicioso, la seguridad puede verse comprometida. Además, utilizar redes wifi públicas sin protección puede exponer la información financiera.

El ejecutivo recomendó asegurarse de descargar la billetera desde fuentes confiables, como tiendas oficiales de aplicaciones. Adicionalmente, sugirió mantener el dispositivo actualizado, activar la verificación multifactor, evitar redes wifi públicas y revisar regularmente los movimientos en tu billetera para detectar actividades sospechosas.

¿Pueden reemplazar a los bancos?

Según explicó Gabriela Álvarez, socia líder de Deloitte Digital, a El Mercurio, las tarjetas bancarias lideran en lo que son pagos recurrentes y transferencias, mientras que las billeteras se utilizan para operaciones puntuales.

“La convivencia entre ambos actores refleja un ecosistema en evolución, donde la integración y la experiencia del usuario se vuelven determinantes para la fidelización”, señala Álvarez.

Según indicó la experta al citado medio, algunas de las barreras que persisten para la adopción masiva de las billeteras digitales son la falta de productos de crédito e inversión, atención personalizada y operaciones internacionales. Los bancos son la alternativa favorita en cuanto a relaciones financieras de largo plazo se trata, especialmente cuando hablamos de productos “ancla” como créditos hipotecarios, inversiones o seguros.

“La clave creemos que estará en la integración: las billeteras digitales deben seguir expandiendo sus capacidades, y los bancos deben incorporar atributos de experiencia digital más ágiles y personalizados”, recalcó.