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El registro de marcas y patentes en Chile a través del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) es crucial para proteger la propiedad industrial y obtener exclusividad en productos y servicios. Sin embargo, existen obstáculos como la falta de distintividad, la similitud con marcas existentes, el carácter genérico o descriptivo, entre otros, que pueden llevar al rechazo del registro. Un ejemplo es la disputa entre Celulosa Arauco y la petrolera Aramco, donde el cambio de una letra determinó la aceptación de la marca saudí.
En Chile, cuando personas o empresas quieren registrar una marca o patente, deben hacerlo en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial (Inapi) en un proceso que no siempre termina con resultados favorables.
Esta acción es fundamental para proteger la propiedad industrial en caso de copias o usos no autorizados, pero también tiene ventajas como la exclusividad de uso en productos o servicios, el uso del símbolo ® o MR, entre otros.
En ese sentido, hay quienes afirman que tener la marca en regla aumenta el valor contable de un negocio y facilita la diferenciación frente a la competencia.
Impedimentos frecuentes para registrar una marca en Chile
Si bien el Inapi cuenta con una guía clara que explica el paso a paso para inscribir una marca o una patente en nuestro país, en el proceso también pueden surgir obstáculos que provoquen que el registro sea rechazado en caso de que no cumpla con los requisitos legales.
Por ejemplo, la misma institución detalla las siguientes causas de rechazo:
-Que el signo carezca de distintividad.
-Que sea genérico o descriptivo del producto o servicio.
-Que induzca a error sobre su origen o características.
-Que sea contrario a la moral o el orden público.
-Que reproduzca símbolos oficiales sin autorización.
-Que sea idéntico o similar a una marca ya registrada o solicitada.
Sobre este último, Mariela Ruiz Salazar, directora general de Ruiz Salazar Abogados, asegura que “muchas veces el cambio de una letra hace que la marca no pueda ser protegida y este emprendedor pierda toda la inversión que hizo respecto a la marca, porque el registro dura cinco meses si no tiene ningún inconveniente”.
Ejemplo de una disputa es la reclamación que ha encabezado Celulosa Arauco y Constitución S.A. (Arauco) contra la marca petrolera saudí, Aramco. En noviembre de 2023, la forestal presentó una demanda de oposición para su registro, señalando que ambas, específicamente los signos, son “cuasi idénticas”, lo que podría llevar a confusión de los consumidores.
En diciembre de 2024, Inapi rechazó el recurso interpuesto por la compañía chilena y aceptó el registro de la petrolera, indicando que al sustituirse la letra “U” (Arauco) por la “M” (Aramco), la marca solicitada logra tener una identidad y fisionomía propia.
Otra de las principales causas es tener un nombre poco original. En varias ocasiones se eligen nombres que son descriptivos o genéricos, por ejemplo, “Constructora e Ingeniería Limitada”. Según la abogada Ruiz, los nombres sin novedad “son estas marcas genéricas, que indiquen una cualidad o describen el servicio o el producto, todos estos tipos de expresión a registrar son la primera razón por la cual finalmente se rechazan”.
Sobre esa línea añade que “muchas pymes intentan registrar nombres que carecen de distintividad y finalmente eso impide el registro, o sea, no pueden ser protegidos”.
Una tercera causa de rechazo ocurre cuando el nombre ya existe. En este caso, el Inapi evalúa la situación, para luego informar al emprendedor que existe una marca similar, y así finalmente es rechazada.
¿Cómo prevenir el rechazo al registrar una marca?
Una de las acciones que se recomienda para las pymes a la hora de registrar un nombre es realizar previamente un informe de factibilidad, a través del cual pueden identificar riesgos.
“Lo ideal es siempre hacer este informe previo y después definir cuál es el nombre que va a tener la empresa, sobre todo porque lo ideal es que el emprendimiento tenga una triple identidad, es decir que coincida el nombre de fantasía con el nombre de la página web, y que eso también coincida con la marca comercial”, subraya la directora del estudio Ruiz Salazar.
Además de identificar riesgos por estas causas, este informe detecta conflictos con marcas que ya existen, permite ahorrar costos y tiempo en solicitudes que no son viables. Esta herramienta asegura también que haya una estrategia adecuada para proteger el nombre de la empresa.
“También permite una proyección comercial del negocio, no solamente establece lo que debe ser protegido, sino que lo que debería ser protegido a futuro en el caso que se quisiera expandir a otros mercados, en relación a lo que los mismos clientes quieren”, sostiene.