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Cuando se trata de productos financieros, las cuentas corrientes que incluyen líneas de crédito y tarjetas de crédito pueden ser una alternativa atractiva para muchas personas.

No obstante, tener dinero “extra” disponible al alcance de la mano puede abrir paso al desorden en la economía doméstica y, muchas veces, al sobreendeudamiento. En ocasiones, incluso, volviéndose una herramienta indispensable para llegar a fin de mes.

Teniendo en cuenta la importancia de la educación financiera para la adopción de decisiones informadas, en BioBioChile conversamos con Fernando Anatibia, gerente comercial de Cooperativa Coonfia, quien nos entregó recomendaciones para utilizar estos productos con responsabilidad.

Antes de entrar en detalles, es clave tener una visión general de qué hablamos cuando nos referimos a cada uno de estos productos financieros.

Una tarjeta de crédito te permite realizar compras con la opción de pagarlas en cuotas o al contado y su monto disponible está sujeto a un límite de crédito. En ocasiones, también incluyen un cupo en dólares para uso internacional.

Por otro lado, una línea de crédito es un préstamo flexible que permite disponer de dinero hasta un límite pre aprobado, y que no permite compras en cuotas.

Intereses en una tarjeta de crédito vs. una línea de crédito

Cuando hablamos de productos financieros como tarjetas y líneas de crédito, los intereses que generan pueden tener un impacto significativo en las finanzas personales, especialmente si no se gestionan con cuidado.

Según explicó Anatibia, en el caso de una tarjeta de crédito, es importante considerar dos fechas clave: la fecha de vencimiento y la fecha de pago. “Si no se paga el total del saldo antes de la fecha de vencimiento, los intereses generados pueden ser considerablemente más altos que los de una línea de crédito”, advirtió el experto.

Si bien las instituciones ofrecen la opción de pago mínimo, al optar por esta alternativa los intereses se calculan sobre el saldo pendiente, lo que igualmente puede encarecer la deuda.

En el caso de la línea de crédito, los intereses se aplican únicamente sobre el monto utilizado. En general, las tasas de interés de este producto son más bajas que las de las tarjetas de crédito, ya que suelen estar vinculadas a préstamos personales.

No obstante, hay algo importante que tener en cuenta: los intereses de la línea de crédito se calculan diariamente sobre el saldo utilizado. “Por ejemplo, si se retiran 500 mil pesos y se devuelven al día siguiente, solo se pagan intereses por un día; si el monto permanece por 30 días, los intereses corresponderán a ese período”.

¿En qué casos se recomienza utilizar cada una?

La tarjeta de crédito es una herramienta financiera útil para compras de alto valor, como colegiaturas o adquisición de vehículos.

Eso sí, para evitar el sobreendeudamiento y costos adicionales por intereses, el experto señaló que “es fundamental asegurarse de contar con la capacidad de pago para cubrir las cuotas” antes de utilizarla.

En el caso de la línea de crédito, se recomienda utilizarla solo en casos de emergencia o cuando exista la certeza de poder reponer el monto utilizado en el menor tiempo posible.

¿Qué tan fácil es endeudarse con una tarjeta de crédito en comparación con una línea de crédito?

Tanto la tarjeta de crédito como la línea de crédito pueden llevar al endeudamiento si no se utilizan con responsabilidad. Sin embargo, “la tarjeta de crédito puede resultar más tentadora”, advierte el experto de Anatibia, ya que generalmente ofrece un cupo mayor en comparación con la línea de crédito.

Además, “al optar por pagar solo el mínimo, el usuario mantiene disponible una parte del saldo rotativo de la tarjeta, lo que puede incentivar un mayor uso y, en consecuencia, generar una acumulación de deuda con intereses elevados”, agregó.

Otro ítem relevante es cómo el uso de la tarjeta de crédito y la línea de crédito puede impactar el historial financiero, ya que ambas se registran como deudas de consumo. “Por ejemplo, si una persona cuenta con una línea de crédito de 1 millón de pesos y no la utiliza, en su historial aparecerá como una línea disponible pero no utilizada. Sin embargo, si emplea el monto total, este se registrará como una deuda de consumo por el mismo valor. Lo mismo ocurre con la tarjeta de crédito”, apunta.

No obstante, si el cliente no paga el monto facturado o el pago mínimo dentro del período de vencimiento, la deuda será reportada en el sistema financiero, quedando registrada como morosidad.

Errores comunes y recomendaciones en el uso de estos productos

A continuación, puedes encontrar las principales recomendaciones que Anatibia hizo respecto del uso de tarjetas y líneas de crédito:

  • Pagar siempre el total de la deuda dentro del plazo de facturación. Pagar solo el mínimo genera intereses elevados que pueden acumularse rápidamente.

  • Utilizar el crédito solo para compras planificadas y evitar financiar gastos diarios o compras impulsivas.

  • Mantener un porcentaje bajo del cupo utilizado es otra estrategia importante. Se sugiere no sobrepasar el 30-40% del cupo disponible. Esto ayuda a mantener un buen historial crediticio y evita depender demasiado del crédito.

  • Evitar los avances en efectivo. Suelen tener tasas de interés más altas y comisiones adicionales que encarecen la deuda.

  • Conocer las tasas de interés y las comisiones asociadas antes de utilizar una tarjeta o una línea de crédito.

  • No acumular demasiadas compras en cuotas, incluso si son sin interés. Esto puede generar una carga financiera difícil de manejar a futuro.

  • No refinanciar deudas de manera constante. Pedir un crédito para pagar otro puede generar un ciclo de endeudamiento difícil de romper.

  • Contar con un fondo de emergencia. Esto puede ayudar a evitar recurrir al crédito ante imprevistos, reduciendo el riesgo de sobreendeudamiento.

    “En definitiva, la clave para un buen manejo del crédito es utilizarlo con responsabilidad, asegurándose de que cualquier deuda adquirida pueda ser pagada en uno o dos meses sin afectar el presupuesto personal. Esto permitirá aprovechar los beneficios del crédito sin caer en problemas financieros a largo plazo”, recomendó el experto de Coonfia.