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El Seguro Obligatorio de Accidentes Personales, más conocido como SOAP, es un requisito fundamental para todos los vehículos motorizados que circulan por las calles y carreteras de Chile.

Aunque a veces puede parecer un trámite más al momento de renovar el permiso de circulación, la realidad es que este seguro puede marcar la diferencia cuando ocurren accidentes.

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¿Qué es el SOAP y por qué es obligatorio?

El SOAP es un seguro que la ley chilena exige a todos los propietarios de vehículos motorizados. Esta obligatoriedad no es un capricho, sino una medida pensada para garantizar la protección de las personas en caso de accidentes de tránsito.

Al adquirir este seguro, se cubren gastos médicos, indemnizaciones por muerte y compensaciones por lesiones graves para las víctimas de un accidente en el que esté involucrado el vehículo asegurado. Es decir, el SOAP no solo se centra en los conductores, sino que extiende su cobertura a pasajeros y terceros afectados, sin importar quién sea el responsable del accidente.

Según la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), este seguro está regulado por la Ley N° 18.490, la cual establece que su cobertura incluye hospitalización, atención médica, quirúrgica, farmacéutica, dental y de rehabilitación. Además, en caso de fallecimiento o invalidez permanente, se otorgan indemnizaciones a los afectados o a sus beneficiarios.

No contar con el SOAP vigente puede traer consecuencias graves. De acuerdo con el portal ChileAtiende, el propietario del vehículo arriesga multas que van entre 1 y 1.5 UTM, además de la imposibilidad de renovar el permiso de circulación.

En caso de un accidente sin SOAP, ni el conductor, ni los pasajeros, ni los terceros involucrados tendrían derecho a la cobertura médica del seguro. Además, Carabineros de Chile puede retirar el vehículo de circulación y derivarlo al Juzgado de Policía Local, lo que suma otro problema legal y económico para el dueño del automóvil.

No tener el SOAP vigente es, en términos simples, un riesgo que nadie debería asumir. Por eso, más que un gasto, es una inversión en tranquilidad y cumplimiento legal.

¿A quiénes cubre este seguro?

El Seguro Obligatorio de Accidentes Personales (SOAP) cubre a conductores, pasajeros y terceros involucrados en un accidente, incluyendo peatones y ocupantes de otros vehículos. La CMF detalla que su cobertura se extiende a todas las víctimas del siniestro, priorizando a las personas por sobre cualquier otra consideración.

El SOAP cubre hasta 300 UF en gastos médicos y otorga indemnizaciones de 300 UF en caso de fallecimiento o invalidez permanente total, y hasta 200 UF por incapacidad parcial. Estos montos están fijados por ley y se actualizan periódicamente.

En este sentido, la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito (Conaset) establece que, en caso de fallecimiento, la indemnización se entrega primero al cónyuge, luego a los hijos menores, mayores de edad o padres del fallecido. Si no hay beneficiarios directos, se otorga a los herederos legales.

Vale recalcar que este seguro es esencial para garantizar atención médica y respaldo económico ante cualquier accidente, sin importar su gravedad.