
VER RESUMEN
Herramienta desarrollada por BioBioChile
El "cola de mono", trago clásico de la Navidad chilena, es un bebestible alcohólico preparado con aguardiente, leche, café y especias, servido frío y de tono amarronado. Con orígenes difusos, se barajan distintas teorías sobre su creación, desde vincularlo al expresidente Pedro Montt hasta atribuirlo a Juana Flores. Su popularidad y arraigo en la cultura chilena lo han convertido en un elemento tradicional de las celebraciones de fin de año, siendo perfecta compañía para los dulces típicos de la época.
Entre el árbol, las luces y el pan de pascua, otro clásico navideño es el trago ‘cola de mono’ o ‘colemono’; un bebestible refrescante típico de la gastronomía chilena.
La receta es relativamente simple, aunque existen variaciones, y quien lo prepara en casa, sigue su propia versión heredada de familia o de la vecina cocinera que entregó el dato clave para preparar el mejor.
Lo cierto es que hay cosas que no cambian: es un bebestible alcohólico, preparado a base de aguardiente, leche, café y especias. Se sirve frío, tiene un tono amarronado, y es perfecta compañía para las preparaciones dulces de la época.
Ya sea con más o menos malicia, no hay nada más chileno que el cole’mono. Tanto así, que hasta su propio origen es difuso, como muchas otras tradiciones típicas de nuestro país.
¿Cuál es el origen del cola de mono?
Echando a correr la búsqueda, hay por lo menos cuatro teorías principales que explicarían su origen. Mientras que algunas leyendas lo vinculan al expresidente Pedro Montt, otras son menos claras.
Esa misma escasa claridad sobre su nacimiento como preparación, también se repite en el lenguaje. Resulta que suele recurrirse a la voz formal para referirse a él, quizás creyendo que otra forma es coloquial, sin embargo, la palabra está contenida en la Real Academia Española como ‘colemono’.
Volviendo a los datos históricos, el libro ‘Apuntes para la historia de la cocina chilena‘ (1977) de Eugenio Pereira Salas, señala que su creación sería obra de una mujer llamada Juana Flores y lo describe como una “variación de los tradicionales ponches en leche con malicia, con su bien oliente agregado de esencia de café y vainilla”.
77 años antes, en 1901 se publicó ‘Diccionario de chilenismos y de otras voces y locuciones viciosas‘, donde su autor, Manuel Antonio Román, recopiló términos usados en nuestro país hasta esa época, y apunta sobre este licor que así “llama aquí el pueblo, sin duda por el color que toma, una bebida compuesta de aguardiente, café y leche”.
Colt de Montt
La teoría que tendría más fuerza en el debate es una ligada al expresidente Pedro Montt, quien dirigió el país entre 1906 y 1910.
Al parecer, según el rumor que se ha establecido con las décadas, es que el entonces presidente llevaba a todas partes un revólver Colt -un arma popular hacia fines del siglo 19.
El historiador, Jorge Richter, comentó a BBCL que se trataba de un arma que de seguro le daba estatus, y es que “en esa época no estaba al alcance de la mano para cualquier persona, eran costosas e inaccesibles para el chileno promedio”.
En un episodio, tras compartir con sus amistades, Montt habría pedido que le entregaran el revólver para retirarse, pero fue atajado para continuar la velada. Con el pasar del tiempo, el vituperio se habría terminado, no así las ganas…, por ello es que, según el mito, habrían agregado aguardiente a una mezcla de café con leche. La nueva creación habría sido bautizada como “Colt de Montt”.
A Richter no le extraña que el colemono o cola de mono haya nacido en ese supuesto encuentro, o en otras fiestas. Según él, Montt participaba de un gran número de cenas y banquetes donde se bebía una buena cantidad de alcoholes.
“Montt, como todos los presidentes de la época, se lo pasaba en cenas, banquetes. Prueba de ello, es que si bien no alcanzó a celebrar el Centenario de la República, porque falleció en la víspera del 18 de septiembre, estaba preparando ese evento a lo grande”, sostuvo.
Quedar “con cola”
Por su parte, el historiador y académico UC, Cristóbal García Huidobro, le quita el peso al mito del revólver, afirmando que era raro que un presidente anduviese armado por la calle.
En ese sentido, apunta que “la más sensata” de las historias indicaría que tras perder en su primera candidatura a la presidencia, Montt habría quedado frustrado o “con cola”, por lo que sostuvo un encuentro en la Confitería Torres, donde habrían servido el trago.
“En una cena de desagravio, producto del fracaso de la candidatura de Pedro Montt, en 1901, que la pierde frente a Germán Riesco, el bartender de la confitería Torres habría creado un trago con aguardiente y helado de café con un poco de canela. Y ahí habría nacido este trago llamado colemono“, explicó.
Como el propio origen es difuso, la historia ha ido variando de generación en generación. Así es que incluso han surgido teorías descabelladas, como que Pedro Montt revolvió la bebida con su revólver Colt.