Desde hace casi dos siglos, la temperatura corporal normal ha sido asociada al estándar de 37 °C, un valor establecido en 1851 tras analizar datos de miles de pacientes en Alemania. Así también lo indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, que indica que la temperatura corporal normal promedio aceptada es generalmente de 98.6 °F (37 °C).
Sin embargo, algunas investigaciones plantean que la cifra promedio tiende a ser menor, sugiriendo además que el concepto de “normalidad” puede variar significativamente según factores como la edad, el sexo, la hora del día, y el estado de salud general.
Un estudio de la Universidad de Stanford, publicado el año pasado, cuestiona el valor tradicional de 37 °C como un estándar único para todos. En cambio, propone la necesidad de rangos personalizados para interpretar mejor la salud de cada individuo.
Se analizó más de 618,000 mediciones de temperatura oral en adultos durante más de una década. A través de un algoritmo avanzado, determinaron que la temperatura promedio normal es de 36.64 °C, con un rango del 95 % entre 35.96 °C y 37.32 °C. Estos resultados refuerzan investigaciones previas que ya indicaban una disminución en las temperaturas corporales promedio con respecto a los valores históricos.
Los hallazgos también abren la puerta a redefinir el concepto de fiebre. La fiebre, que tradicionalmente se interpreta como un aumento por encima de 38 °C, podría requerir un enfoque más personalizado para reflejar las variaciones individuales.
Factores que alteran la temperatura corporal
Lo cierto es que la temperatura corporal varía a lo largo del día, alcanzando su punto más alto por la tarde. Además, es más alta en las mujeres que en los hombres y disminuye con la edad. Así mismo, las mujeres en edad fértil suelen tener más variación en la temperatura que los hombres, influenciadas por el ciclo menstrual.
Factores como el peso y la altura también influyen, siendo el primero un factor más relevante en los hombres debido a su mayor masa muscular, que está asociada a un metabolismo más alto y, por lo tanto, a una temperatura corporal mayor.
Por ejemplo, según indica el estudio, para un hombre de 80 años y bajo peso, su temperatura promedio varía entre 36.24 °C por la mañana y 36.42 °C por la tarde. Si supera los 37.0 °C y se siente mal, podría ser necesario investigar la causa, como una infección o cáncer.
Si bien los resultados son reveladores, los investigadores señalan que factores como el consumo de alimentos o bebidas calientes, la posición del termómetro, y las características ambientales también pueden influir en las mediciones.
Además, el estudio no incluyó datos de niños ni personas mayores de 80 años, limitando la generalización de los resultados.