Seguramente ya has visto más de una de estas mariposas naranjas revoloteando en tu jardín, en plazas o parques. Su vuelo liviano y sus peculiares alas con manchas negras han llamado la atención de muchos en la zona central y centro sur de Chile, donde parecen estar en todas partes.
Aunque muchos podrían confundirlas con las famosas mariposas monarca, estas visitantes frecuentes son en realidad las Vanessa carye, conocidas popularmente como mariposas coloradas. Otros nombres que se le asocian son oruga de las malvaceas, dama de dos ojos, o mariposa de la tarde.
Según explican desde el Museo Nacional de Historia Natural de Chile, esta mariposa, perteneciente a la familia de las Nymphalidae, presentan “dos pares de alas, las que están recubiertas de pelos modificados, aplanados, llamados escamas; son estas escamas las que conforman ese polvo fino que queda en los dedos al tocar sus alas”.
El aumento en su presencia durante esta época no es casualidad y está relacionado con cambios ambientales y ciclos naturales que favorecen su reproducción y migración. ¿Por qué están apareciendo tantas?
¿Por qué hay tantas mariposas naranjas en Chile en esta época?
La primera respuesta que probablemente se te viene a la cabeza es que llegó la primavera y, por ende, las apariciones de estos insectos son cada vez más comunes. Si bien eso es correcto, existe un motivo aún más interesante que explica la alta presencia de estas mariposas naranjas a nuestro país durante esta temporada.
La mariposa colorada es un insecto muy común en Chile. Tanto así que es el logo del sitio web de la Biblioteca Nacional de Chile (Memoria Chilena). Sin embargo, su viaje no comienza en nuestro país.
Según explicaron diferentes expertos a The Clinic, estos insectos vuelan miles de kilómetros ida y vuelta desde Venezuela hasta Tierra del Fuego, algo que recién se supo este año al divisarse la primera “nube” o migración masiva de esta mariposa.
La migración de estas mariposas desde Venezuela a Chile deja en evidencia que, en realidad, son más fuertes y resilientes de lo que podría pensarse, algo que la diferencia de otras de su especie.
Una mariposa fuera de lo común
Un estudio liderado por el Laboratorio de Ecología y Morfometría Evolutiva de la Universidad Católica del Maule (UCM), con el apoyo de FONDECYT y otros centros de investigación, ha revelado un sorprendente patrón migratorio en la mariposa colorada.
Esta especie puede recorrer alrededor de 15 mil kilómetros entre Chile y Venezuela en un ciclo que abarca 5 o 6 generaciones, destacando su capacidad para adaptarse a condiciones extremas y maximizar su supervivencia en diversos entornos.
Según explicó el Dr. Hugo Benítez, miembro del equipo investigador, al medio especializado de naturaleza y medio ambiente Ladera Sur, estas migraciones responden a un instinto de supervivencia que les permite evitar climas adversos y encontrar hábitats propicios para reproducirse.
Durante el seguimiento realizado en verano e invierno, se observaron desplazamientos hacia el sur en los meses cálidos y hacia el norte en los fríos, con las mariposas buscando plantas hospederas adecuadas para sus crías. Actualmente, se analizan dos posibles rutas migratorias: una que sigue la costa desde Venezuela hasta Tierra del Fuego y otra que atraviesa Los Andes, bajando por Uruguay y Argentina hasta la Patagonia.