Cada 12 de octubre se conmemora un hito que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad, conocido como el “Encuentro de dos mundos”, o “Descubrimiento de América”.
Este relato épico, centrado en la figura de Cristóbal Colón, está envuelto en una mística que muchas veces distorsiona los hechos históricos.
Desde hace siglos, se han tejido mitos en torno a este acontecimiento, creando una narrativa que, en más de una ocasión, se aleja de la realidad.
En este artículo, desentrañaremos cuatro de estos mitos y verdades para entender mejor lo que realmente ocurrió en ese histórico cruce de culturas.
¿Cristóbal Colón descubrió América?
No cabe duda de que la llegada de Colón a América marcó un antes y un después en la historia de la humanidad. No obstante, señalar que fue la primera persona en desembarcar en el continente americano sería un tanto impreciso.
Diversas investigaciones han demostrado que, siglos antes de la llegada de Colón, otros exploradores ya habían alcanzado América. Entre los casos más notables están los vikingos, liderados por Leif Erikson, quienes se cree que llegaron a las costas de lo que hoy es Canadá alrededor del año 1000 d.C.
Además, recientes estudios sugieren que los nativos de Rapa Nui podrían haber establecido contacto con el continente americano dos siglos antes de la expedición de Colón
¿Colón quería demostrar que la tierra era redonda?
Uno de los mitos más extendidos en la actualidad, y que al día de hoy aún es ampliamente creído por millones de personas alrededor del mundo, es que en la edad media se creía que la tierra era plana.
Lo cierto es que desde la Antigüedad (siglo IV a.C) no cabían dudas sobre la esfericidad de la Tierra, gracias a eminencias de la época como Aristóteles y Ptolomeo. Su legado no se diluyó, y fueron referentes científicos importantes durante siglos, incluso en la Edad Media.
Más allá de unos cuantos planteamientos aislados, como los de Lactancio en el siglo IV y el monje Cosmas Indicopleustes, la tesis oficial de la época sostenía que la tierra era una esfera. Lo que sí se cuestionaba era la posición del planeta respecto de los astros.
¿De dónde surgió el mito entonces? La idea de que en la edad media se creía que la tierra era plana proviene del escritor norteamericano Washington Irving en el siglo XIX, quien pintó una versión imprecisa de la conferencia de Salamanca en su libro Una historia de la vida y viajes de Cristóbal Colón publicada en 1828.
A partir de la obra de Irving, muchas personas comenzaron a creer en la idea errónea de que en la Edad Media se pensaba que la Tierra era plana. Aunque los historiadores, y el propio Irving, señalaron que esto era una fantasía, la idea se popularizó, perpetuando el mito del “terraplanismo” medieval en el imaginario colectivo.
Según explicó National Geographic, la oposición al viaje de Colón no pasó entonces por creer que la tierra era plana, sino que “lo único que señalaban era que Asia, el objetivo del viaje, estaba demasiado lejos para hacer un viaje sin etapas”.
Colón fue apresado por su conducta tiránica en el “Nuevo Mundo”
Un documento descubierto en 2005 reveló un lado oscuro de Cristóbal Colón, mostrando que su gobierno en la primera colonia española en América fue despótico y cruel.
Según explica la historiadora Consuelo Varela, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en su obra La caída de Cristóbal Colón: El juicio de Bobadilla, Colón ejercía el poder de manera tiránica, aplicando castigos brutales sin juicio previo.
Varela destaca además que la vida en la colonia era extremadamente dura, con hambre, envidias y violencia constantes, algo que se refleja en las acusaciones de crueldad y avaricia contra el almirante.
Además, Colón desobedeció deliberadamente las órdenes de la reina Isabel de Castilla en relación a la población nativa de las islas, la cual fue víctima de cruentas torturas y esclavitud. La monarca le había encomendado expresamente que debía «tratar a dichos indios muy bien y con cariño», quienes debían ser conducidos con «paz y tranquilidad» a la fe católica.
Ante las sospechas de los crímenes que se estaban cometiendo, los Reyes Católicos enviaron a Francisco de Bobadilla a la isla en el año 1500, quien tomó preso a Colón y se lo llevó de vuelta a España. Eso sí, más adelante volvería para emprender un cuarto y último viaje.
Cabe mencionar que, aunque Isabel la Católica dejó claro en su testamento que los nativos del Nuevo Mundo debían ser tratados bien y justamente, muchos conquistadores ignoraron esta directriz y cometieron abusos.
Durante su reinado, la Corona intentó castigar estas acciones cuando era posible, pero la falta de representantes reales en las vastas tierras conquistadas y el poder de los grandes terratenientes dificultaron el control.
Antes de morir, el 26 de noviembre de 1504, Isabel expresó en su testamento su preocupación por los indígenas, ordenando expresamente a su familia y sucesores que se aseguraran de que los indígenas no sufrieran ningún daño en sus personas o bienes.
¿Es real la historia del Huevo de Colón?
La historia del “Huevo de Colón” es una anécdota muy popular, pero en realidad es más simbólica que históricamente comprobada, aunque tampoco puede asegurar que sea completamente falsa. El relato es ampliamente conocido, pero es probable que se trate de una leyenda popular.
La historia cuenta que, después de haber descubierto América, Cristóbal Colón fue invitado a una cena con nobles españoles que menospreciaban la importancia de su logro, diciendo que cualquiera podría haberlo hecho. Colón, en respuesta, retó a los presentes a poner un huevo de pie sobre su base sin que se cayera. Todos fallaron. Colón, entonces, golpeó suavemente el huevo contra la mesa para romper un poco su cáscara, permitiendo que quedara de pie.
El punto que intentaba hacer era que una vez que alguien muestra cómo hacer algo aparentemente imposible, parece simple, pero la idea y la ejecución original son lo que realmente importa.
Este relato es una metáfora para ilustrar la creatividad y la innovación, pero no existen pruebas documentales de que el evento ocurriera realmente. La historia aparece por primera vez en el libro de Giorgio Vasari sobre el arquitecto Filippo Brunelleschi, quien habría realizado un truco similar con un huevo para mostrar cómo construir la cúpula de la Catedral de Florencia. La anécdota habría sido asociada a Colón más tarde.
Por lo tanto, la historia del “Huevo de Colón” es más bien una fábula que resalta un principio filosófico más que un hecho histórico verificable.