A 23 años del ataque a las Torres Gemelas, las teorías conspirativas siguen ocupando un lugar importante en el debate público sobre lo ocurrido el 11 de septiembre de 2001.
Mientras los informes oficiales del gobierno de Estados Unidos señalan a Al Qaeda como responsable del atentado, con Osama Bin Laden como figura clave, muchas personas han buscado explicaciones alternativas a lo sucedido.
Preguntas como si las Torres Gemelas fueron derribadas mediante una demolición controlada o por qué el Edificio 7 del World Trade Center colapsó sin ser impactado por un avión, son algunas de las teorías conspirativas más difundidas.
A pesar de las investigaciones que apuntan a Al Qaeda, el “Movimiento por la verdad del 9/11” continúa promoviendo estas teorías en Internet, donde encuentran eco entre aquellos que no confían en la versión oficial.
Al respecto, nuestro medio asociado, Perfil, recogió algunas de las teorías más populares y controvertidas que, aun después de más de dos décadas, siguen generando discusión sobre uno de los eventos más impactantes de la historia moderna.
”Las Torres Gemelas colapsaron por una explosión controlada”
Una de las teorías conspirativas más populares sobre el colapso de las Torres Gemelas sostiene que los edificios fueron derribados por una demolición controlada.
Según esta hipótesis, las torres, diseñadas para resistir impactos de aviones y fuertes vientos, no deberían haber colapsado solo por los incendios provocados por los aviones. Los teóricos argumentan que el combustible de los aviones, que arde entre 426 °C y 815 °C, no alcanzó la temperatura necesaria para derretir el acero, cuyo punto de fusión es de 1510 °C.
También señalan que las explosiones que algunos empleados y testigos escucharon en los vestíbulos y los pisos inferiores refuerzan la idea de que hubo detonaciones adicionales.
A pesar de estas afirmaciones, el Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST) concluyó que los aviones causaron daños significativos en las columnas de soporte y sistemas de conductos, permitiendo que el combustible se extendiera por los huecos de los ascensores.
Este incendio, junto con la quema de materiales inflamables como muebles y papel, generó temperaturas lo suficientemente altas como para deformar el acero. El colapso progresivo de los pisos comprimió aire y hormigón, dando la impresión de una explosión.
Según el NIST, las llamas alcanzaron al menos 1000 °C en algunos sectores, lo que debilitó la estructura y provocó el derrumbe de las torres.
”La Torre 7 fue usada como el centro de comandos, por lo que la derribaron intencionalmente”
La caída del Edificio 7 del World Trade Center (WTC) ha generado una de las teorías conspirativas más debatidas. A pesar de no haber sido impactado por un avión, el rascacielos de 47 pisos colapsó a las 17:20 del 11 de septiembre de 2001.
Según la versión oficial, el edificio sufrió daños estructurales por los escombros de la Torre Norte y fue consumido por incendios incontrolables, lo que eventualmente provocó su derrumbe.
Sin embargo, algunos teóricos sugieren que la Torre 7 fue destruida intencionalmente debido a su supuesto uso como centro de comando secreto por parte de la CIA, el Servicio Secreto y el Departamento de Defensa, agencias que alquilaban oficinas en el edificio.
Esta teoría ganó popularidad cuando la BBC, en una transmisión en vivo, anunció erróneamente el colapso del edificio 20 minutos antes de que ocurriera, alimentando sospechas de una conspiración. Según los defensores de esta hipótesis, la demolición fue llevada a cabo para destruir pruebas relacionadas con el ataque.
El Instituto Nacional de Normas y Tecnología (NIST) descartó la teoría de una demolición controlada, explicando que los incendios descontrolados y la falta de agua en los sistemas de rociadores fueron las causas del colapso. Además, destacó que los preparativos para una demolición habrían sido imposibles de realizar sin ser detectados.
”El dueño de las Torres Gemelas sabía del atentado y contrató un seguro contra ataques terroristas”
Otra teoría conspirativa sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001 señala que Larry Silverstein, el propietario que arrendó las Torres Gemelas dos meses antes del ataque, tenía conocimiento previo del atentado.
Según esta teoría, Silverstein contrató un seguro específico contra ataques terroristas por 3.500 millones de dólares, lo que levantaría sospechas debido a que dicha póliza solo se activaría en caso de un ataque de este tipo.
Además, en los días previos al atentado, se detectaron movimientos bursátiles inusuales relacionados con las aerolíneas involucradas, United Airlines y American Airlines.
Las acciones de ambas compañías cayeron significativamente tras el ataque, lo que llevó a especular que quienes sabían lo que ocurriría pudieron beneficiarse económicamente. Sin embargo, la investigación oficial consideró irrelevantes esas transacciones.
Respecto al seguro de Silverstein, el Instituto de Información de Seguros aclaró que, antes del 11 de septiembre, la mayoría de las pólizas comerciales en EE.UU. ya cubrían ataques terroristas, por lo que no sería inusual que Silverstein asegurara el complejo bajo esas condiciones.
Aunque la teoría sugiere que el dueño de las torres sabía del ataque y se benefició del seguro, no se han presentado pruebas concluyentes que lo vinculen con el atentado.
”El Pentágono fue atacado por un misil, no un avión”
Una teoría conspirativa sobre el 11 de septiembre sugiere que el Pentágono fue impactado por un misil o un pequeño avión, no por el vuelo 77, como parte de un complot del gobierno.
Los defensores de esta teoría argumentan que el agujero en el edificio era demasiado pequeño para haber sido causado por un Boeing 757, y que no había restos visibles del avión en las imágenes difundidas. También cuestionan por qué el avión no fue interceptado, dado que pasaron 40 minutos desde el primer impacto en las Torres Gemelas.
Sin embargo, la investigación oficial refutó estas afirmaciones. Testigos presenciales mencionan haber visto los restos del avión en el lugar, y el informe concluyó que gran parte del vuelo 77 se incrustó dentro del Pentágono.
Además, la Sociedad Estadounidense de Ingenieros Civiles señaló que una de las alas del avión se desintegró antes del impacto. La falta de respuesta del ejército se atribuyó a problemas de comunicación y rastreo.