Comer un trozo de carne todos los días puede ser una práctica habitual para muchas personas. No obstante, cuando se acercan fechas especiales, como las Fiestas Patrias, el consumo de estos alimentos aumenta considerablemente.
Al respecto, hay quienes se preguntan si este aumento abrupto en la ingesta de carne puede tener un impacto significativo en la salud de las personas.
“Por comer carne todos los días no va a pasar nada. Tendría que haber una sobrecarga de proteínas importante en los riñones. Eso puede pasar si uno se come una vaca entera. No hay un riesgo así”, aseguró a The Clinic Rodrigo Valenzuela, Director del Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
No obstante, el profesional hizo hincapié en que en el país existe una altísima prevalencia a la obesidad, al hígado graso, a la diabetes y al cáncer de colon. Por lo que no es solo el consumo de las carnes rojas lo que puede afectar al organismo.
Lo cierto es que el tradicional asado a menudo viene acompañado de otras cosas como aperitivos, bebidas alcohólicas, empanadas, sopaipillas y postres, entre otros, lo que se traduce en una ingesta importante de calorías.
“Comer cinco empanadas al día, y el asadito, y el choripán, y vamos comiendo, obviamente tiene un efecto. Una persona puede subir cuatro kilos de peso en Fiestas Patrias por comer mucha cantidad de hidratos de carbono, grasas y alcohol”, agregó.
Las Fiestas Patrias no son la única instancia en la que se suele comer más de la cuenta. Otras instancias, como la Navidad, suelen girar en torno comidas abundantes y, lo más importante, un entorno social.
Según consignó BBC Mundo, “las ocasiones especiales, el tiempo que pasas en la mesa y muchos otros factores, influyen en la cantidad de comida que ingerimos cuando estamos socializando”.
¿Qué le pasa a nuestro cuerpo cuando comemos en exceso?
Si bien estas festividades pueden provocar un aumento puntual de peso, lo cierto es que estos excesos alimentarios tendrían que mantenerse de forma constante en el tiempo para tener un impacto realmente significativo en la salud.
Según recordó El Español, un estudio a cargo del Centro de Nutrición, Ejercicio y Metabolismo de la Universidad de Bath, sugirió que el organismo humano es sorprendentemente efectivo para hacer frente a estos excesos puntuales.
En concreto, se hizo que jóvenes entre 22 y 37 años comieran el doble de pizza que lo habitual, duplicando su consumo calórico en una comida. A pesar del exceso, su metabolismo mantuvo los nutrientes bajo control en el torrente sanguíneo. Además, los lípidos sanguíneos (triglicéridos y ácidos grasos no esterificados) tan solo se elevaron un poco respecto a una comida habitual.
Los investigadores concluyeron que un desliz ocasional con los excesos alimentarios no provocaría efectos negativos inmediatos, al menos a nivel metabólico. El verdadero problema, según los investigadores, surge cuando estos excesos se mantienen durante un período prolongado.
De todas formas, cabe mencionar que lo anterior aplica para individuos sanos, por lo que, si posees enfermedades de base, es importante que consultes con tu proveedor de salud sobre posibles restricciones alimentarias y los riesgos de consumo excesivo en estas fechas.
Consideraciones fundamentales a la hora de preparar la carne
Según precisaron los especialistas a The Clinic, más allá de la cantidad de carne que se come en estas fechas, lo más importante es la inocuidad y las precauciones a la hora de prepararla.
Por ejemplo, de acuerdo con la nutricionista de la Universidad de Chile, Nathallie Llanos, la carne no debería estar fuera del refrigerador por más de cuatro horas, por lo que dejarla en la parrilla durante varios días o a lo largo de las celebraciones puede ser muy arriesgado.
Lo cierto es que la cadena de frío es clave a la hora de prevenir enfermedades por el consumo de alimentos de origen animal. Así lo señaló también en su momento Heinz Wuth, de @soycienciaycocina.
“Lo importante es respetar las cadenas de frío. (…) Apenas compre la carne inmediatamente debe mantenerse en refrigeración, porque en el fondo, lo que hace el frío es ralentizar o detener el crecimiento de microorganismos”, explicó Wuth.