En las calles de Chile, es común ver pequeñas botoneras en algunos semáforos, pensadas para que los peatones soliciten el paso seguro en las intersecciones.

Estos botones cumplen una función específica: informar al sistema del semáforo que hay una persona esperando para cruzar. Pero, ¿realmente están pensadas para cambiar el semáforo al instante?

¿Funcionan las botoneras de los semáforos?

Lo cierto es que el diseño de estas botoneras no ha sido desarrollado para que sea tan inmediato como podría pensarse.

Cuando un peatón presiona el botón, se envía una señal al controlador del semáforo, que es el equipo encargado de gestionar las señales de tráfico en la intersección.

Este controlador procesa la solicitud, activando los procesos necesarios para que la luz cambie de rojo a verde, permitiendo el paso del peatón. Sin embargo, este cambio no ocurre de manera instantánea.

Cada semáforo está programado para cumplir con un ciclo mínimo de tiempo antes de cambiar de color, y esto se mantiene sin importar cuántas veces se presione el botón.

Esto significa que, aunque el botón se oprima, el semáforo no cambiará hasta que el ciclo programado lo permita.

El objetivo principal de las botoneras peatonales es optimizar el flujo de tráfico en las vías principales, que suelen tener un mayor volumen de vehículos. De esta manera, el semáforo solo se detiene cuando hay peatones que desean cruzar, evitando así demoras o detenciones innecesarias para los automovilistas.

Así que sí, las botoneras de los semáforos en Chile sí funcionan, pero no de manera instantánea. Su propósito es garantizar un cruce seguro para los peatones, mientras se mantiene el flujo de tráfico lo más eficiente posible.

La próxima vez que presiones una botonera, ten en cuenta que estás activando un proceso que puede tardar unos segundos en completar, pero que está diseñado para proteger tanto a peatones como a conductores.