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Señales de calma, el lenguaje no verbal de los perros: conoce cuáles son y cómo interpretarlas

28 julio 2024 | 07:15

¿Por qué un perro se sacude sin estar mojado o por qué mira de reojo? En esta publicación te contaremos cómo entender ciertas reacciones de tu mascota, algunas de ellas conocidas como señales de calma.

Los animales no hablan en la forma que hacen los humanos, pero definitivamente se comunican de otras maneras. El movimiento de sus colas, el tono de un ladrido, la postura y otros gestos, componen el complejo lenguaje no verbal de las mascotas.

El signo más evidente de comunicación en los perros es el ladrido, pero existen otras señales que expresan emociones, muchas de las cuales a veces ignoramos por desconocer de qué se tratan o qué están intentando decir.

Señales de calma

Una de las personas más reconocidas por desarrollar estudios sobre el comportamiento de los perros es la entrenadora noruega, Turid Rugaas, quien acuñó el término “señales de calma” para referirse a cómo los canes reaccionan a determinadas situaciones.

Según la investigación “Análisis de las señales de calma en perros domésticos: ¿Son señales y son calmantes?” publicada en la revista Science Direct, el concepto planteado por Rugaas propone que los perros entregan pistas cuando desean desescalar encuentros agresivos, o prevenirlos del todo.

BioBioChile conversó con el médico veterinario y etólogo, Gabriel Montero, quien señaló sobre este tema que distinto a lo que pueda parecer indicar el nombre, las señales de calma son conductas que adoptan los perros cuando están nerviosos.

“Son conductas que hablan de que no la está pasando bien por X motivo, eso puede ser desde que está asustado hasta que está frustrado, está nervioso por algo ambiguo o hay algo que no está funcionando”, apunta Montero.

A la hora de interpretar las señales que pueda estar realizando nuestro perro, el etólogo comentó que “uno nunca debería leer partes del perro. Hay que leer al perro completo”, refiriéndose a que muchas veces una mascota puede dar signos de incomodidad, que pueden estar vinculados a su entorno e historia propia.

En situaciones de interacción con otros perros o de nerviosismo en general, una de las señales de calma más frecuentes son las miradas de reojo, apuntar la vista hacia otro lado o girar la cabeza, que indican que “no lo está pasando bien”, señala Montero.

Otras de ellas implican sacar la lengua para lamerse los labios o “belfos”, como también se conocen. A diferencia de un contexto de alimentación, este patrón puede indicar incomodidad o temor.

Junto a estas acciones, lamer a otros perros, sacudirse y bostezar también son actitudes que tienen diferente interpretación según el contexto. Montero explica que en el primer caso, los canes pueden lamer a sus pares para comunicarles que “no quieren problemas, y no para dar “besitos”, como algunos podrían pensar.

Bostezar cuando está despertando o hacia el final del día es sinónimo de sueño o cansancio, pero en situaciones con otros perros, en un paseo o en una visita al veterinario puede interpretarse como nervios. Al igual que sacudirse si es que no está mojado.

Signos de afinidad

Aunque no todo es temor. El médico veterinario comenta que los perros son animales sociales y que, por lo tanto, hay muchas señales de alegría y comodidad. Desde frotarse entre ellos y las personas, hasta el movimiento clásico de su cola.

Así también ocurre con los juegos “correctos”, que son instancias de entretención sana entre ellos y en la vinculación con humanos. El signo más claro de una disposición al juego es a través de una postura similar a una reverencia.

“Un juego correcto tiene ciertas reglas, que es lo que llaman metacomunicación, que es que el perro tiene una invitación. Hay un proceso en el que un individuo invita al otro individuo y esa invitación es correspondida. Generalmente hay algo que le llaman el ‘play bow’, que es esto de bajar los hombros y levantar la colita”, sostiene.

“Se dice que es como una invitación al juego, entonces es algo bueno generalmente y se puede ver en contextos afiliativos”, añade el etólogo.

Reconocer y responder adecuadamente a estas señales, como las “señales de calma” en los perros, nos permite ofrecerles un entorno más seguro y reconfortante. Al fin y al cabo, interpretar correctamente estos signos nos ayuda a fortalecer el vínculo con nuestras mascotas y asegurar su bienestar emocional y físico.