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Según el biólogo Miguel Figueroa, el miedo a hablar en público es un temor primitivo que desencadena niveles elevados de cortisol, lo que reduce la inteligencia y aumenta los nervios. El especialista propone estrategias como construir gradualmente la seguridad al hablar, adoptar una postura corporal expansiva, meterse en personaje, practicar en entornos de bajo riesgo, hablar con voz alta, comenzar desde el fondo en un escenario, controlar la respiración y repetir autoafirmaciones positivas para superar este miedo común y mejorar la calidad de la presentación.

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Muchas veces, a pesar de dominar un tema, el solo hecho de estar frente a muchas personas, ya sea para presentar un producto, exponer en la universidad o participar en una entrevista laboral, desencadena una serie de nervios y miedo a hablar en público que nos impide expresarnos adecuadamente.

Nuestro medio asociado RPP, conversó con Miguel Figueroa, biólogo especialista en comportamiento humano primitivo, quien explicó que este temor es muy común y lo califica como un miedo “super primitivo”, ya que las personas sienten que su nuestra tribu las está fiscalizando y juzgando.

Figueroa mencionó que, al enfrentarnos a un público, el miedo aumenta los niveles de cortisol, una hormona que reduce las habilidades cognitivas y hace que las personas se puedan sentir menos inteligentes.

“Tu cerebro, inconscientemente, aumenta su hormona del cortisol, y esta hormona lo que hace es volverte menos inteligente. Aquellas habilidades y respuestas que darías sin ningún problema estando sentado, desaparecen cuando estás parado”, mencionó al medio.

Estrategias para superar el miedo a hablar en público

El miedo a hablar en público puede ser debilitante, haciendo que incluso las respuestas más sencillas parezcan difíciles. Este aumento del cortisol resulta en una sensación de inseguridad y nerviosismo. Figueroa enfatiza que, sin la preparación adecuada, este miedo puede volverse aún más agobiante.

Frente a esta problemática tan común, el especialista en comportamiento humano primitivo ofrece una serie de estrategias para superar el miedo que las personas sienten al pararse frente a un público:

Estrategias puente: construir gradualmente la seguridad al hablar en público. Un truco es evitar el contacto visual directo y, en cambio, mirar a las personas desde el cabello hacia arriba. Esto ayuda a reducir la presión de sentir que se está siendo juzgado intensamente.

Posición corporal expansiva: Cuando estamos asustados, tendemos a adoptar una posición contractiva descendente, lo cual incrementa la producción de cortisol. Figueroa recomienda adoptar una postura expansiva ascendente antes de una exposición, ya que esto aumenta la testosterona, la hormona del atrevimiento, y reduce el miedo.

Meterse en personaje: Esta estrategia conocida como “evocación”, es utilizada frecuentemente por actores. Al imaginar que se es otra persona con habilidades verbales superiores, se puede reducir el miedo y mejorar la calidad de la presentación.

Practicar en entornos de bajo riesgo: Es recomendable perder los nervios en lugares donde no hay nada que perder. Practicar en entornos así reduce el riesgo percibido y ayuda a ganar confianza para presentaciones más importantes.

Hablar con voz alta desde el principio: Figueroa sugiere comenzar a hablar con una voz más alta de lo habitual. Hablar bajo puede enviar señales de inseguridad al cerebro, incrementando el cortisol. En cambio, una voz fuerte comunica confianza y reduce el miedo.

Empezar desde el fondo: Si estás en un escenario, se recomienda comenzar la exposición desde el fondo y avanzar gradualmente hacia el frente. Los primeros segundos son los más críticos, y esta estrategia ayuda a reducir la presión inicial.

Controlar la respiración: Figueroa aconseja practicar la respiración abdominal lenta y profunda para enviar señales de calma al cerebro, reduciendo así el estrés. “Eso hará que tu cerebro sienta que tu respiración es profunda porque el espacio es tranquilo y, como el espacio es tranquilo, no hay cortisol”, menciona.

Autoafirmaciones positivas: Las palabras que nos decimos a nosotros mismos antes de una exposición tienen un gran impacto. En lugar de pensar en posibles fracasos, es crucial repetirse afirmaciones positivas como “soy valiente” o “puedo hacerlo”. Esto prepara al cuerpo y la mente para el éxito.