
VER RESUMEN
Herramienta desarrollada por BioBioChile
Entel anunció que apagará gradualmente su red 2G en Chile por su baja utilización y alto consumo energético, comenzando el proceso en un mes. Las redes móviles 2G, 3G, 4G y 5G representan diferentes generaciones de tecnología inalámbrica, con mejoras significativas en velocidad y eficiencia a medida que se avanza en las generaciones. La evolución de estas redes ha permitido desde la mejora en la calidad de las llamadas con 2G hasta la revolución de la conectividad con 5G, que promete velocidades mucho más rápidas y capacidades para tecnologías emergentes como los coches autónomos. El apagón de la red 2G en Chile es parte de esta evolución para adaptarse a las demandas tecnológicas actuales.
En julio del año pasado, Entel anunció que apagará gradualmente su red 2G en Chile. Lo anterior, ya que concentra menos del 1% de sus conexiones móviles y consume más energía que el 4G o 5G, haciéndola extremadamente ineficiente. Este anuncio se comenzará a concretar en un mes más.
Mucho se escucha hablar sobre estas redes en el día a día. Las vemos a menudo en las esquinas superiores del celular y sabemos que guardan relación con nuestro acceso a servicios de internet y transmisión de datos, pero, ¿qué son realmente y en qué se diferencian?
¿Qué es el 2G/3G/4G/5G?
Las redes de datos móviles, representadas por las siglas 2G, 3G, 4G y 5G, se refieren a diferentes generaciones de tecnología que permiten la comunicación inalámbrica. Cada “G” significa “Generación”, y cada nueva generación trae consigo mejoras significativas en velocidad, capacidad, y eficiencia.
2G – Segunda Generación
La red 2G fue introducida a principios de los años 90. Fue la primera red digital, reemplazando a la antigua tecnología analógica 1G. Con 2G, se mejoró la calidad de las llamadas y, por primera vez, fue posible enviar mensajes de texto (SMS).
Esta tecnología también permitió un uso más eficiente del espectro de radio, lo que significa que más personas podían usar el servicio al mismo tiempo sin interferencias.
3G – Tercera Generación
La red 3G llegó en la década de los 2000 y revolucionó la forma en que se utilizan los teléfonos. Con 3G, además de las llamadas y los SMS, se hizo posible el acceso a internet desde el móvil a velocidades mucho más rápidas.
Esto permitió la navegación web, el uso de aplicaciones y servicios de correo electrónico en tiempo real. La 3G hizo realidad el concepto de un teléfono inteligente verdaderamente conectado.
4G – Cuarta Generación
La red 4G, lanzada a finales de la década de los 2000, trajo consigo velocidades de internet móvil mucho más rápidas. Con 4G, se pudo disfrutar de transmisión de video en alta definición, videollamadas sin interrupciones y juegos en línea sin retrasos.
Esta tecnología también hizo posible la conectividad a internet de muchos dispositivos al mismo tiempo, como tablets y laptops, utilizando lo que se conoce como LTE (Long Term Evolution).
5G – Quinta Generación
La red 5G es la última y más avanzada generación de tecnología móvil. Introducida a partir de 2019, 5G promete velocidades hasta 100 veces más rápidas que 4G, una latencia (o tiempo de respuesta) ultrabaja y una capacidad para conectar muchos más dispositivos simultáneamente.
Esta tecnología no solo mejora nuestra experiencia con los teléfonos móviles, sino que también es clave para el desarrollo de tecnologías emergentes como los coches autónomos, las ciudades inteligentes y la realidad virtual y aumentada.
¿Por qué es importante la evolución de las redes?
Cada nueva generación de red móvil no solo mejora la velocidad y capacidad de las comunicaciones, sino que también abre la puerta a nuevas posibilidades y avances tecnológicos.
Con la evolución de 2G a 5G, se pasó de poder hacer llamadas y enviar mensajes de texto a tener dispositivos que son centros multimedia completos, conectados a una red de alta velocidad que soporta aplicaciones y servicios impensables hace unas décadas.
El apagón de la red 2G en Chile es un paso natural en esta evolución. Las redes más antiguas consumen más energía y no ofrecen las capacidades avanzadas que los usuarios y las industrias modernas requieren.