La llegada inminente del invierno y las bajas temperaturas obligan a la mayoría de los chilenos a buscar opciones para calefacción. Dentro de las alternativas que ofrece el mercado, las estufas eléctricas y oleoeléctricas son un favorito de muchos, especialmente por lo prácticas que suelen ser.
Sin embargo, hay ciertas consideraciones que deben tenerse en cuenta a la hora de utilizar estos dispositivos para calefaccionar un espacio dentro del hogar.
Qué es una estufa oleoeléctrica y qué otros tipos hay
Según explicó el Sernac, estas estufas son dispositivos de calefacción que, como su nombre lo indica, funcionan mediante electricidad. Se dividen en varios tipos según el mecanismo de calefacción que utilizan y su diseño, cada uno con características y recomendaciones específicas.
Dentro de esta categoría, las estufas oleoeléctricas son aquellas que utilizan el aceite como medio para transferir calor al ambiente a través de convección. Son adecuadas para dormitorios o espacios relativamente pequeños, pero no se recomienda su uso en baños o en ambientes con mucha humedad.
Otros tipos de estufas eléctricas son:
Estufas eléctricas a cuarzo: Estas estufas calientan rápidamente gracias a la radiación emitida por elementos de cuarzo. Son ideales para ambientes pequeños como dormitorios u oficinas, ya que no contaminan ni consumen el oxígeno del lugar.
Estufas eléctricas halógenas: Utilizan elementos halógenos para generar calor por radiación. Son seguras ante el contacto directo con la rejilla protectora y no causan quemaduras. Son adecuadas para dormitorios, oficinas y otros ambientes pequeños y medianos. Tampoco contaminan ni consumen oxígeno.
Convectores eléctricos: Estas estufas calientan el aire mediante convección y son recomendadas para ambientes pequeños sin mucha humedad. No son adecuados para baños u otros lugares húmedos.
Termoventiladores: Son estufas que requieren poca mantención, no contaminan y poseen un termostato que las apaga automáticamente al alcanzar la temperatura deseada. Se recomienda su uso en ambientes pequeños, y es importante no utilizar alargadores con ellas.
Las precauciones y riesgos a la hora de utilizar estufas oleoeléctricas
Las estufas eléctricas proporcionan una fuente de calor segura y eficiente, pero es esencial tomar ciertas precauciones para garantizar su uso adecuado y seguro.
A continuación, se detallan algunas recomendaciones basadas en información proporcionada por la Superintendencia de Electricidad y Combustibles sobre el uso de estufas tanto oleoeléctricas como eléctricas en general.
Instalación Eléctrica Segura: Es fundamental que la instalación eléctrica interna de la vivienda esté equipada con dispositivos de seguridad, como protectores diferenciales. Estos elementos ayudan a minimizar el riesgo de situaciones peligrosas durante el uso de artefactos eléctricos.
Certificación y Mantenimiento: Al adquirir una estufa nueva, es importante asegurarse de que cuente con el sello de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SELLO SEC), lo que garantiza que el producto ha pasado por pruebas de seguridad. Además, se recomienda someter las estufas a mantenimientos preventivos realizados por el servicio técnico autorizado al menos una vez al año para garantizar su correcto funcionamiento.
Potencia y Ubicación: Al elegir una estufa eléctrica, es crucial considerar factores como la potencia del artefacto y el lugar donde se utilizará. Esto ayuda a prevenir sobrecargas en la instalación eléctrica y garantiza un rendimiento óptimo de la estufa.
Uso Responsable de Alargadores: Si es necesario conectar la estufa a un alargador, asegúrese de que este también cuente con el SELLO SEC y esté en buen estado. Los alargadores deben ser utilizados por períodos cortos y no deben sobrecargarse para evitar riesgos de seguridad.
Precauciones en la Ubicación: No colocar la estufa eléctrica cerca de fuentes potencialmente inflamables, como cortinas, mientras esté en funcionamiento. Además, se debe evitar usar la estufa para secar ropa y no debe utilizarse en baños o espacios cerrados donde pueda haber acumulación de humedad.
Atención a las Señales de Peligro: Si la estufa presenta fallas durante su funcionamiento, como apagones repentinos o presencia de humo, deje de usarla inmediatamente y desconéctela. Asimismo, si se notan signos de deterioro en el enchufe o el cable antes de encender la estufa, es necesario abstenerse de utilizarla y buscar asistencia técnica para su revisión.
Cortes de Luz: En caso de que se produzcan cortes de luz mientras la estufa está en uso, esta debe desconectarse y luego realizar una revisión para identificar posibles problemas en la instalación eléctrica y evitar riesgos futuros.