Los Accidentes Cerebrovasculares (ACV), comúnmente conocidos como derrames cerebrales, son emergencias médicas graves que pueden tener consecuencias devastadoras si no se tratan de inmediato, y que se pueden identificar rápidamente con el uso de la llamada Escala de Cincinnati.
La rapidez con la que se detecta un ACV y se brinda atención médica adecuada puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una recuperación completa y discapacidades permanentes.
¿Qué es la Escala de Cincinnati?
La Escala de Cincinnati, desarrollada por médicos de emergencia en el Centro Médico de la Universidad de Cincinnati, es una evaluación rápida y simple diseñada para ayudar a identificar a las personas que podrían estar experimentando un ACV.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, fue creada para ser fácil de recordar y de aplicar en situaciones de emergencia, incluso por personas sin entrenamiento médico especializado.
En concreto, la Escala de Cincinnati se basa en tres componentes principales que son fáciles de recordar con el acrónimo “FAST”:
Face (Cara): Se pide a la persona que sonría. Si hay una asimetría facial, es decir, si una parte de la cara parece caída o no se levanta de manera simétrica con la otra, podría ser un signo de ACV.
Arms (Brazos): Se le pide a la persona que levante ambos brazos al mismo tiempo. Si uno de los brazos cae o es incapaz de levantarse, puede ser un indicio de ACV.
Speech (Habla): Se solicita a la persona que repita una frase simple. Dificultad para hablar o entender el lenguaje puede ser otro indicador de un ACV.
Time (Tiempo):: Si se nota alteraciones en algunas respuestas del paciente, es posible que esto sea un signo de derrame cerebral.
Según la Asociación Americana del Ictus (ASA en inglés), si 1 de estos 3 signos es anormal, la probabilidad de ataque cerebral es del 72%, en cambio, si 2 de estos 3 signos es anormal, las probabilidades se elevan hasta un 85%.
¿Cómo Aplicar la Escala de Cincinnati?
Aplicar la Escala de Cincinnati es sencillo y puede ser realizada por cualquier persona, incluso si no tiene experiencia médica.
En caso de sospecha de un ACV, sigue estos pasos:
1. Evalúa la Cara: Pide a la persona que sonría y observa si hay asimetría facial.
2. Evalúa los Brazos: Pídele a la persona que levante ambos brazos y verifica si uno de ellos cae o es incapaz de levantarse.
3. Evalúa el Habla: Pide a la persona que repita una frase simple y presta atención a cualquier dificultad en el habla o en la comprensión del lenguaje y el tiempo que demora en contestar.
Si observas cualquiera de estos síntomas, es crucial buscar ayuda médica de inmediato. Llama a los servicios de emergencia y proporciona toda la información relevante sobre los síntomas que has observado.
Por qué actuar rápidamente
La rapidez con la que se detecta un ACV y se brinda atención médica adecuada puede hacer una gran diferencia en el resultado del paciente.
Por eso la Escala de Cincinnati es una herramienta invaluable porque permite una evaluación rápida y efectiva de los posibles signos de ACV, lo que puede llevar a una intervención médica temprana y salvar vidas.
Eso sí, los expertos recomiendan que ante la sospecha de un ACV, se debe actuar con rapidez y llamar lo antes posible a los servicios de emergencia de inmediato.