Las envolturas de cartón y papel son más ecológicas, ¿cierto? Sin embargo, detrás de una elección aparentemente sencilla, muchas veces se esconden contaminantes químicos, trucos de marketing y lavado verde de imagen.
En el supermercado, las frutas y verduras pueden estar envueltas en envases de distinto tipo. Por lo general, se suele pensar que el cartón, o papel, es mejor para el medio ambiente que en plástico. ¿Es verdad?
Tatiana Sokolova, de la Escuela de Economía y Administración de Tilburg (TiSEM, por sus siglas en inglés), en Países Bajos, analizó la percepción de envolturas ecológicas. De acuerdo con su estudio de 2023, el papel muchas veces tiene una mejor reputación, aunque no necesariamente la merezca.
“Definitivamente es más fácil reciclar cartón que plástico. Pero esto no quiere decir que el cartón no conlleve costos medioambientales”, señaló Sokolova a DW.
El famoso vaso de papel
En 2022, el sector de pasta de papel y papel fue responsable de cerca de un dos por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero en la industria, según la Agencia Internacional de la Energía.
Sin embargo, no solo la producción juega un papel. Sokolova señala que, por lo general, las envolturas de cartón son más pesadas que las de plástico, por lo que los camiones emiten más emisiones dañinas al transportar a las tiendas productos con empaque de cartón.
“El ejemplo más famoso es el vaso de papel”, dice. “En promedio, la gente piensa que es bastante inofensivo para el medio ambiente. Pero, para que el papel no deje pasar líquido, sobre todo líquido caliente, tiene que contener plástico. De ahí que sea muy difícil reciclarlo”, agrega.
La mayoría del plástico no se recicla
La producción de plástico, en base a combustibles fósiles como el petróleo crudo, genera alrededor de un 3,5 por ciento de los gases de efecto invernadero a nivel mundial. Pero menos de un diez por ciento de los más de 400 millones de toneladas métricas de plástico que se producen anualmente, es reciclado.
En la mayoría de los casos, los desechos plásticos de Europa y Estados Unidos son enviados a países del sur global, como Sri Lanka, Malasia e Indonesia.
No obstante, incluso cuando en un lugar existen las facilidades para reciclar tanto papel como plástico, no es tan fácil.
“El cartón suele ser más reciclable, simplemente, porque hay más facilidades para reciclarlo en más lugares”, dice Llorenc Mila i Canals, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
El experto explica a DW que muchos tipos de plásticos están compuestos de más de un material, como diferentes polímeros. “Muchos de los cuales no son reciclados en ningún lugar”, añade.
Diferentes químicos, diferentes procesos de reciclaje
Polipropileno, poliestireno, polietileno: estos y otros tipos de plástico son diferentes materiales químicos con sus propios procesos de reciclaje, destaca Bethanie Carney Almroth, de la Universidad de Gotemburgo, en Suecia.
La profesora de ecotoxicología y ciencias del medio ambiente explica que uno de los métodos más comunes para reciclar plástico consiste en lavarlo, triturarlo y fundirlo para crear nuevos pellets de plástico.
“Pero entonces tienes materiales de muchas fuentes distintas, que contienen diferentes mezclas de químicos, y que podrían haber sido contaminados con químicos durante su uso”, observa.
Carney y sus colegas analizaron plásticos reciclados en el sur global, y no solo detectaron una mezcla de químicos de diferentes plásticos, sino también contaminantes potencialmente dañinos, como pesticidas y aditivos farmacéuticos y alimenticios.
¿Existen alternativas más ecológicas?
Ni el papel ni el plástico pueden ser reciclados de forma indefinida. A veces, el producto final es de una calidad mucho menor que el original y contiene impurezas como tintas y contaminantes químicos.
Plásticos producidos a base de maíz, azúcar o madera son una alternativa atractiva, porque no están hechos con combustibles fósiles y suelen tener una huella de carbono más pequeña. Pero tampoco están exentos de problemas.
“La industria de los bioplásticos quiere que la gente los vea como la alternativa verde, la solución a la contaminación con plástico”, dice Carney, y agrega que “un problema que muchas veces se ignora o al que se le quita importancia es que estos plásticos también contienen químicos”.
Críticos señalan que, a raíz del llamado lavado verde de imagen, muchas veces no se toman en cuenta las desventajas de los bioplásticos, por ejemplo, relacionadas con las fuentes de las materias primas, como la deforestación y la seguridad alimenticia.
Para Tatiana Sokolova, la compleja discusión sobre si el papel es mejor que el plástico o viceversa, oculta el problema de fondo: nuestra cultura descontrolada del desecho.
Los expertos sugieren que elijamos empaques y envolturas reusables, como botellas de vidrio, o que, de preferencia, consumamos menos.